El 2 y 3 de julio de 2022 fueron jornadas tristes para el vóleibol de la Universidad de Concepción. En el repechaje de la Liga A1 debían pelear para conservar en su sitial en la división de honor del vóleibol femenino. Lamentablemente, tres derrotas consecutivas ese fin de semana provocaron el descenso del elenco estudiantil a la Liga A2.
Unión Voley San Felipe, U. de La Frontera y Alianza Rivera Voley fueron los verdugos del Campanil. Justamente fue el último elenco mencionado el que le propinó el golpe de gracia a las dirigidas por Juan Ignacio Armoa, tras ganarles por 25-17, 25-8 y 26-24.
Con ello, la Universidad de Concepción quedó sin competencia federada en el segundo semestre, debiendo conformarse con la organizada por la Agrupación Deportiva de la Educación Superior, Adesup, y con el torneo organizado por la Federación Nacional Universitaria de Deportes, Fenaude, donde obtuvo un tremendo segundo lugar en Temuco, en la instancia llevada a cabo por la Universidad de La Frontera.
Pero la espina de la competencia federada quedó alojada en el orgullo penquista. Por ende, la apuesta fue volver inmediatamente a la máxima categoría; para ello, los viajes serían una constante en este primer semestre, pero el sacrificio y las ganas de redimirse pudieron más.
Luego de largas fechas de peregrinación, las dirigidas por el trasandino Armoa llegaron a la cita cumbre, la que se disputó el sábado 10 y domingo 11 de junio en el Centro de Entrenamiento Olímpico 2, ubicado en Ñuñoa.
En semifinales, la Universidad de Concepción se midió ante Küpal de Rancagua, imponiéndose por un contundente 3-0, con parciales de 25-19, 25-13 y 25-22, sellando el paso a la gran final del certamen.
En la otra semifinal, Stadio Italiano derrotaba a la Universidad Católica por 3-1, con parciales de 25-17, 23-25, 25-22 y 25-16.
La final empezó cómoda para las penquistas, que ganaron 25-15 el primer set. Las capitalinas se llevaron el segundo set por 25-21 e igualaron todo. El tercer set sería determinante y la UdeC se impuso por un estrecho 25-22; mientras que en el set final las penquistas lo ganaron dramáticamente por 27-25, consiguiendo un rápido retorno a la Liga A1.
Catalina Reyes, armadora de la Universidad de Concepción, fue elegida como la mejor jugadora del torneo.