Un grupo de doce trabajadores despedidos a fines de abril de la Refinería Biobío de la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) recurrirán a la justicia para revertir esta decisión, ya que se consideran afectados por una “política discriminatoria de género negativa”.
Con el respaldo del abogado Remberto Valdés, los trabajadores acusan a la empresa estatal de cesarlos en sus funciones por una supuesta reestructuración que no sería tal, ya que está abierto un concurso para reemplazarlos en sus cargos por mujeres, sin eliminar estas funciones originales.
Entre los motivos para estas acciones legales, señaló Valdés, está el hecho de que “no es verdadero que se hayan suprimido sus cargos, ya que la empresa llamó inmediatamente a un nuevo concurso”. En esta línea, cuestionó además la decisión de “sumar a personas que no tienen la experiencia de quienes llevan por lo menos diez años en la compañía”.
Respecto de la eventual discriminación por género, sostuvo que se trataría de un “hito histórico tremendamente lamentable, ya que una empresa del estado ha preferido, por género, despedir sólo varones para contratar damas”.
El profesional detalló los pasos a seguir junto a los trabajadores en este proceso judicial —tutela laboral, multa a la compañía, indemnización o reintegro—, reiterando que, “a juicio nuestro, han sido claramente discriminados”.
Mauricio Godoy es uno de los funcionarios despedidos. Con 23 años de experiencia en Enap, relató los hechos, criticando “la selección de alguien que tiene la atribución y el poder para hacerlo, tomar tu nombre y dejarte afuera”, y cuestionó la decisión de contratar nuevo personal para puestos que requieren un alto grado de especialización.
Lo que esperan, sostuvo, es el reintegro, “pero con la tranquilidad de que las condiciones cambien y mejoren, sin el temor de que te pasen la cuenta”.
Una visión similar expuso Sergio Vargas, con once años de funciones en la empresa, y quien señaló que Enap resolvió los despidos “a último minuto, sin tomar en cuenta los riesgos posteriores. Las personas que fuimos despedidas fuimos escogidas a dedo (…) En la compañía nadie sobra, nos falta más dotación”.
La Empresa Nacional del Petróleo se refirió a este tema a través de una declaración en la que reiteran que “tras un proceso de revisión de la organización en todas sus unidades de negocio, el 25 de abril realizó una reestructuración y puso término al vínculo contractual con algunos trabajadores y trabajadoras de la organización. Actualmente está en curso una convocatoria laboral que promueve la participación de mujeres para roles operativos en todo el país, el que fue iniciado antes de las desvinculaciones. En su calidad de empresa del Estado, Enap manifiesta su compromiso con la inclusión, diversidad y equidad de género”.