Las Termas de Catillo, tradicional complejo hotelero reconocido por la calidad de sus aguas termales y sus acogedoras instalaciones, reabrieron sus puertas al público el 15 de noviembre. Un esperado regreso que se produce tras un período de cierre debido a una alerta sanitaria relacionada con la detección de la bacteria Legionella en las aguas termales de la región del Maule.
Ubicado en la precordillera de Parral y propiedad de la Asociación del Personal Docente y Administrativo de la Universidad de Concepción, el complejo ha implementado un moderno sistema de tratamiento de aguas para garantizar la seguridad de sus visitantes, sin perder las privilegiadas características de los componentes que propician la tradición de salud y descanso de sus aguas termales.
Esteban Otárola, director de la entidad propietaria de las termas, destacó esta medida y celebró que la reapertura venga acompañada de una mejora del recinto.
Entre las mejoras realizadas, destaca la instalación de un innovador sistema de radiación ultravioleta, aprobado por la autoridad sanitaria. La administración de las Termas de Catillo recalca que se han cumplido con todos los requerimientos necesarios, transformándose en un complejo termal de vanguardia, único de la zona que mantuvo sus características termales curativas, ricas en sales minerales.
Sobre esto, Otárola detalló el fortalecimiento en las medidas de seguridad implementadas para evitar la reaparición de bacterias.
Para los afiliados de la Asociación del Personal Docente y Administrativo de la Universidad de Concepción existen descuentos especiales sobre las tarifas normales del recinto. Además, las agrupaciones de la universidad pueden optar a planes especiales, por lo que Otárola explicó el funcionamiento de estos beneficios.
En la antesala de la apertura de la temporada estival, Termas de Catillo invita a sus visitantes a disfrutar de la naturaleza, la comida tradicional y sus instalaciones de spa: piscina termal cubierta y al aire libre, tinas de hidromasaje, sauna, jacuzzi, baños turcos y salas de masajes.
Todo esto, en un complejo hotelero de tres diferentes pabellones, más de 70 habitaciones e instalaciones especialmente preparadas para el descanso y la comodidad familiar.