Luego de los temporales que se han registrado durante este año en Biobío, y el resto del país, se han hecho más visibles los problemas de infraestructura, humedad y frío de los colegios, llevando a integrantes de las comunidades educativas a manifestarse para llegar a prontas soluciones. Un ejemplo es la toma del establecimiento que protagonizaron las y los apoderados del Colegio Los Lobos de Talcahuano, exigiendo reparaciones del recinto.
En ese contexto, el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS) está trabajando en el proyecto “Ambientes Educativos Resilientes y Saludables”, abordando los desafíos ambientales que afectan la calidad y el rendimiento académico en las escuelas, enfocados en factores como la temperatura, la humedad, la calidad del aire y la ventilación.
Su objetivo principal es evaluar las condiciones ambientales de los establecimientos educativos y establecer nuevos estándares para crear espacios educativos más saludables y resilientes, tal como indicó la Dra. María Isabel Rivera, investigadora de CEDEUS.
El proyecto se divide en tres fases principales: la primera consiste en la elaboración de una línea base de datos mediante la revisión de literatura nacional e internacional, y el análisis comparativo de legislación sobre infraestructuras escolares y calidad del aire.
Sobre este punto, la arquitecta expuso que “la normativa chilena en términos de construcción se está actualizando, lo que va a ayudar a mejorar las condiciones de distintas edificaciones como las escuelas, pero lamentablemente no aplica para edificaciones existentes”.
La segunda fase del proyecto se enfoca en la definición de variables y metodologías participativas, y la tercera etapa implica la evaluación de condiciones ambientales en establecimientos educacionales, implementación de medidas y elaboración de planes de acción comunitaria para aplicar en un establecimiento piloto.
La académica de la Faug UdeC indicó que el equipo de investigadores y profesionales de CEDEUS ya está trabajando con el Colegio República del Perú, para abordar este desafío.
La iniciativa busca incidir para proyectar mejoras en las condiciones de infraestructura de las escuelas y fomentar un cambio cultural hacia la sustentabilidad y la resiliencia en las comunidades educativas a nivel institucional, de aula y comunidad desde distintos niveles: vinculación con tomadores de decisiones, gestión con escuelas en términos pedagógicos y gestión propia con la comunidad para conocer de qué manera se vinculan con autoridades y cómo llegan a una resolución de problemáticas.
El proyecto incluye la recopilación y análisis de datos, la comparación de legislaciones y la implementación de metodologías participativas que involucren a las comunidades educativas para la generación de planes de acción.
Escucha a continuación la entrevista completa: