Son las palabras de Sophia Bugueño, una de las redactoras del proyecto de “Ley de prevención, atención, diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria en Chile (#LeyTCA)”, iniciativa que cuenta con el respaldo de la diputada María Francisca Bello y que busca dar apoyo a quienes enfrentan este tipo de patologías.
La iniciativa pretende abordar, principalmente, tres ejes: reconocimiento y prevención de los trastornos, regulación de la publicidad y la exigencia de que el Estado garantice los tratamientos, tal como lo indicó la psicóloga en entrevista con Radio UdeC.
La profesional recalcó que, si bien hay antecedentes de que la incidencia de estas enfermedades ha aumentado en un 30% durante el último tiempo, desde el año 2017 no existen cifras actualizadas sobres trastornos de la conducta alimentaria por parte del Minsal, lo que “nos dice que por ahí parte la invisibilización. Por otro lado, no tenemos especialistas en la salud pública y el acceso a los tratamientos, sobre todo en regiones, es muy costoso”.
Por lo mismo, Sophia Bugueño –junto a Valeria Mena, la otra co-redactora de propuesta- ha sostenido reuniones con autoridades gubernamentales de distintos sectores para que además del lineamiento de salud, se contemple una perspectiva de género.
La psicóloga, quien es exalumna UdeC, recalcó que cada trastorno tiene distintas señales de alerta, aunque la mayoría converge en características comunes como, por ejemplo, aislamiento social, cambios de humor y de personalidad, y obsesiones con la comida y las calorías.
También, expuso que buscar ayuda profesional es determinante para salir adelante en el tratamiento de este tipo de enfermedades mentales.
Los trastornos alimenticios son manifestaciones extremas de una variedad de preocupaciones por el peso y la comida experimentados por mujeres y hombres, y pueden tener consecuencias mortales. Éstos incluyen la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el apetito desenfrenado.
Desde el año 2003 son considerados como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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