Una iniciativa piloto para reutilizar las aguas grises está desarrollando un equipo de profesionales de la Universidad de Concepción, encabezados por el investigador de la Facultad de Ingeniería, Dr. Rodrigo Bórquez Yáñez, creador de la tecnología de membranas que permite el filtrado y reúso del agua usada en la ducha, la lavadora o el lavamanos, y que será implementada en dos viviendas de Petorca, región de Valparaíso, una de las zonas más afectadas por la crisis hídrica.
Se trata del proyecto “Gestión y reúso sustentable del agua en viviendas unifamiliares mediante sistema combinado de bajo costo: ultrafiltración y ultra-violeta”, recientemente añadido al portafolio de iniciativas del Consorcio Tecnológico del Agua (CoTH2O), liderado por la Universidad de Concepción y apoyado por Corfo.
Según explicó el profesional, el innovador sistema consiste en un ultrafiltrado de las aguas grises con la tecnología de membranas, en la misma línea que la utilizada por el Dr. Bórquez en otro proyecto innovador: plantas desalinizadoras que se están instalando en Chome, región del Biobío; en Cobquecura, región de Ñuble; y en Quemchi, región de Los Lagos.
Bórquez detalló que además de la ultrafiltración, que elimina la contaminación, “para estar más seguros, el agua pasa por una línea de ultra violeta, para destruir lo eventualmente residual que podría haber quedado, asegurando inocuidad al usuario”.
El investigador contextualizó que “profesionales del Serviu de la región de Valparaíso plantearon que se debía pensar en una forma de recuperar el agua gris que resulta de una vivienda, y además de eso, tratar de minimizar el consumo de agua u optimizarla. Entonces, Corfo en conjunto con el Serviu de Valparaíso llamaron a participar en este ‘Reto de innovación de interés público’ y nosotros postulamos”.
Asimismo, detalló que esta convocatoria consta de dos etapas: “la primera, de tres meses, que estamos concluyendo ahora, que consistió en la definición del prototipo, con un financiamiento de $12,5 millones; y la segunda, de 9 meses, con la implementación del prototipo en dos viviendas en Petorca, que ya están identificadas, con una inversión de $125 millones”.
“En la primera etapa hay tres equipos seleccionados trabajando en la misma dirección, nosotros somos uno y los otros dos son de Santiago, y según las bases, solo uno pasará a la segunda etapa”, comentó el experto, quien agregó que, en el caso de los otros dos equipos, sus propuestas utilizan mecanismos biológicos de filtración.
Ultrafiltración
El enfoque del prototipo está en tratar el agua gris que sale de la vivienda con un sistema de ultrafiltración, utilizando membranas recicladas de bajo costo, una tecnología parecida a la utilizada en las plantas desalinizadoras desarrolladas por el investigador, en las que se emplean membradas de nanofiltración.
“La ultrafiltración es una tecnología de membranas que retiene elementos de mayor tamaño que la nanofiltración, por ejemplo, materia orgánica, virus, bacterias, que es lo que en su mayoría podría estar en estas aguas grises, porque, en el fondo, el agua gris es agua potable mezclada con restos de jabón, detergente u otros elementos”, aclaró el académico.
Además, indicó que, a partir del estudio de nueve meses en las dos viviendas, la proyección es replicar el prototipo “con la implementación de todo lo que involucra: el seguimiento, generar manuales de operación y de mantención, capacitación, talleres con los habitantes de las viviendas”.
En ese sentido, subrayó la importancia de que el equipo no genere molestias, que sea un sistema autónomo, de manera que los miembros del hogar solo miren eventualmente una pantalla para ver el funcionamiento del prototipo.
“Además, la idea es que las familias puedan ir valorizando los ahorros que se van generando y la posibilidad de usar estas aguas tratadas, ya sea en el mismo excusado e incluso, dependiendo de la calidad, en la lavadora, eventualmente en la ducha y en última instancia, poder utilizarla en generar una pequeña área verde dentro del terreno o una mini huerta”, complementó.
Consultado sobre la viabilidad económica, el ingeniero planteó que “quizás, un sistema de este tipo se justifica y puede tener un impacto desde el punto de vista económico, del retorno, cuando se implementa en un conjunto habitacional donde convergen todas las aguas grises a un gran estanque, que se pueden tratar y luego utilizar para, por ejemplo, generar áreas verdes dentro del recinto”.
Consorcio COTH2O
Junto al profesor Bórquez, los investigadores principales de este proyecto son los profesionales de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción (FIAUdeC): el Dr. Javier Ferrer, Andrés Pérez y el Dr. Octavio Lagos, quien es, además, director del Consorcio Tecnológico del Agua.
Al respecto, el Dr. Lagos hizo hincapié en la robustez de la solución tecnológica propuesta para el tratamiento de aguas grises, así como también en su viabilidad de implementación a gran escala, debido a su fácil operación y bajo costo.
“Partimos con 13 proyectos en el marco del Consorcio, pero el portafolio es dinámico, ha ido creciendo y ahora tenemos 23 iniciativas”, añadió el académico respecto a la incorporación de este proyecto.
El Dr. Lagos contextualizó que una de las dos líneas de trabajo del Consorcio es la de escasez hídrica, y que tres iniciativas con la tecnología de ultrafiltración se están ejecutando para el tratamiento de aguas grises domiciliarias, sistemas de agua potable rural y aguas industriales.
El Consorcio Tecnológico del Agua CoTH2O, tiene como objetivo el desarrollo y transferencia de tecnologías en la macrozona centro sur (entre la región Metropolitana y Ñuble). Es liderado por la Universidad de Concepción, y también participan la Pontificia Universidad Católica de Chile, el INIA, UC-Davis Chile y las universidades de Chile, Bernardo O’Higgins y Diego Portales.