Con la suma de 18 nuevos profesionales, el Servicio de Salud Talcahuano amplió durante esta jornada su despliegue territorial en los sectores de Penco y Tomé para apoyar a los afectados por los incendios forestales. Las prestaciones incluyen atenciones en salud mental, rehabilitación física y vacunación, así como derivaciones a los niveles secundario y terciario.
A 54 fue elevado el número de funcionarios y funcionarias de la comuna chorera que, desde hace una semana, trabajan en terreno para acercar la Atención Primaria en Salud (APS) a los vecinos que aún luchan por salir adelante tras la catástrofe.
Según relata la directora (s) del SS Talcahuano, Dra. Patricia Sánchez, esta llegada de los equipos médicos fue «tremendamente valorada» por los usuarios, lo que pone en relieve la necesidad de «fortalecer» este tipo de estrategias tanto dentro como fuera de los contextos de emergencia.
En tanto, el director de Salud Municipal de Tomé, Gustavo Muñoz, detalló que este trabajo coordinado ha permitido «reconocer» y poner «de sobremanera en evidencia» los requerimientos específicos de las zonas rurales. Por ello, desde ahora el foco estará puesto en gestionar rápidamente las soluciones.
Para las damnificadas pertenecientes a las zonas no urbanizadas de Penco y Tomé, la llegada de los equipos ha permitido sortear las dificultades en torno al acceso a los establecimientos de salud, sobre todo, en el marco de la catástrofe. Es lo que manifestó Juana Rivero, una de las usuarias del Centro Comunitario de Salud Familiar de Rafael, quien detalló que son siete los kilómetros que habría tenido que recorrer a pie para llegar al recinto más cercano.
Un testimonio similar compartió María Angélica Mella, habitante de la localidad de Millahue, quien sostuvo que los vecinos se encontraban «solos» hasta este despliegue conjunto.
Aunque de momento no se conoce exactamente hasta cuándo permanecerán los equipos en terreno, sí se destacó que el periodo de trabajo rondará entre los tres y los seis meses.