Las hijas de Fernando Álvarez Castillo, el último intendente de Concepción durante el gobierno de Salvador Allende, volvieron a ingresar este viernes al edificio ubicado frente a la Plaza de la Independencia a cincuenta años de la muerte de su padre, víctima de las torturas infringidas por agentes del estado en las semanas posteriores al Golpe Militar.
A cinco décadas del quiebre de la democracia, la Delegación Presidencial Regional homenajeó a Álvarez, reconociendo de manera póstuma su compromiso democrático y su legado como autoridad política, militante comunista y representante del gobierno de la Unidad Popular; y como figura cultural, al alero de las radios Simón Bolívar y Universidad de Concepción.
Marcela Álvarez, hija del ex intendente, afirmó que este hito de reconocimiento “es lo que nosotros esperábamos que alguna vez sucediera de parte del estado de Chile, quien recuerda y dignifica la imagen de nuestro padre”.
A nivel judicial, la investigación por la muerte de Fernando Álvarez Castillo se cerró con la condena a dos carabineros en retiro por apremios ilegítimos con resultado de muerte. Pese a lamentar que, como en muchos otros casos, la culpa “no cayera en los grandes responsables”, valoró que “después de muchos años de no avanzar se llegó a una verdad jurídica, que nuestro padre falleció producto de las torturas”.
En el marco de la conmemoración de los cincuenta años del Golpe de Estado, la Corte Suprema entregó en agosto ocho títulos póstumos a egresados de Derecho que fueron víctimas de crímenes de lesa humanidad durante la dictadura. Uno de ellos fue Álvarez, en una nómina que, entre otros nombres, incluyó a Jaime Eltit Spielmann, también egresado de la UdeC, y al ex ministro José Tohá.
A propósito de ese acto, Marcela Álvarez profundizó en la importancia de contar con gestos de reparación, más allá de las condenas penales o las indemnizaciones civiles. “Invisiblizar a las personas en lo que fueron, en lo que les tocó, creo que es el peor daño. No podemos repetir y no podemos olvidar”, recalcó.
La delegada presidencial regional, Daniela Dresdner, reiteró el compromiso del Ejecutivo con los avances en verdad, justicia, reparación y no repetición y manifestó que “este homenaje, a cincuenta años, es un mínimo”.
Además de la familia y de la delegada Dresdner, el tercer orador de este acto fue el histórico dirigente comunista Iván Quintana, quien recordó a Fernando Álvarez como referente político y radial, pero sobre todo como su amigo y compañero en el Liceo de Hombres de Concepción y en la escuela de Derecho UdeC.
Fernando Álvarez Castillo nació en Concepción en 1933. Estudió en el Liceo de Hombres de Concepción y posteriormente en la UdeC. Su carrera radial comenzó en 1952 en Radio Simón Bolívar y luego se sumó al equipo fundador de Radio Universidad de Concepción, donde trabajó como locutor y libretista.
En 1972 fue designado por Salvador Allende como Intendente de la Provincia de Concepción, cargo que desempeñó hasta el 11 de septiembre de 1973, cuando fue detenido y llevado hasta la Isla Quiriquina. Posteriormente, fue trasladado hasta la Cuarta Comisaría de Carabineros de la época, donde fue interrogado y sometido a torturas que terminaron con su vida el 8 de noviembre de ese mismo año.