Con la asistencia de recicladores de base, autoridades, empresas colaboradoras y vecinos, se desarrolló la ceremonia de cierre del Programa Regional de Reciclaje que ejecuta la Seremi de Medio Ambiente.
La iniciativa, inédita en el país, comenzó en 2019 y logró triplicar la capacidad de reciclaje. El año anterior, la región recicló 2.263 toneladas, que pasaron a 7.980 en 2022.
La actividad fue encabezada por el seremi, Óscar Reicher Salazar, quien señaló que “este programa dejó instalada en la región una capacidad mucho mayor para gestionar sus residuos”.
La instancia tuvo entre sus principales objetivos fortalecer los sistemas de gestión de reciclaje en 31 comunas de la región, potenciar la recuperación de los papeles y cartones, plástico PET1, vidrio y latas, entregar puntos de reciclaje y habilitar centros de pretratamiento de material reciclable, capacitar a la ciudadanía en reciclaje y apoyar el trabajo de los recicladores de base.
El gobernador regional (s), Óscar Ferrel, dijo que “esta iniciativa apunta a un tema estratégico para el Gobierno Regional, y va en directo beneficio de los vecinos de la región. Por eso, estamos atentos, conversando con municipios y las provincias, para ver su interés en otros proyectos que continúen esta tarea”.
Entre los principales logros del programa, destaca la implementación de 800 puntos de reciclaje a nivel regional, la habilitación de 5.000 metros cuadrados de infraestructura en centros de pretratamiento de material reciclable, equipados con enfardadoras, balanzas, y elementos de seguridad, entre otros.
Ana Araneda, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente del Consejo Regional, afirmó a su vez que “este trabajo ha sido muy relevante. El reciclaje es hoy más necesario que nunca”.
Yéssica Mora, gerenta de la Cooperativa Tierra Bella de Chiguayante y dirigenta de la Asociación Nacional de Recicladores, contó que “el programa nos benefició muchísimo, nos entregó recursos y nos capacitó en áreas clave”.
La iniciativa requirió una inversión de 3.095 millones de pesos, y fue financiada por el FNDR de Reciclaje del Gobierno Regional y ejecutado por la Seremi de Medio Ambiente. Se desarrolló en 31 comunas de la Región del Biobío, apoyando a los municipios para que implementen y gestionen sus propios planes de reciclaje.
Desde 2019, la iniciativa ha levantado infraestructura, como galpones o centros de acopio, y ha provisto de maquinaria a organizaciones locales, que son clave en el proceso.