El programa Cardio Metabólico Infantil de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Penco Lirquén, que trabaja para contrarrestar los índices de obesidad, ha tenido un positivo impacto en la comunidad.
Desde que se inició, en el año 2018, a través de la ejecución de un equipo de profesionales multidisciplinario, ha tratado a 141 usuarios y usuarias de la comuna. Una de ellas es Fernanda Aravena, quien señaló que “físicamente me siento bien. Estoy bajando de peso y ganando masa muscular”.
Su abuela, Teresa Muñoz, también da cuenta del cambio, comentando que “ahora la veo feliz. Lo único que quiere es salir adelante”.
El equipo atiende a niños de 6 a 17 años que presentan algún antecedente de obesidad y otras patologías asociadas como hígado graso, hipertensión arterial, resistencia a la insulina, y trastornos de ansiedad, entre otros.
A cada usuario se le realiza una evaluación inicial, posteriormente una intervención kinésica durante tres meses, dos veces por semana, con sesiones de una hora que incluyen diferentes tipos de ejercicios y la constante educación y motivación sobre la importancia de realizar actividad física como un componente fundamental, que permite mantener la salud tanto física como mental.
A la par se realizan evaluaciones y tratamientos nutricionales durante el mismo periodo, con entrega de pauta de alimentación, seguimiento continuo y educación en estilos de vida saludables, tales como la incorporación de frutas, verduras, legumbres, e hidratación, entre otras.
“El primer miércoles de cada mes con el nutricionista hacemos una charla a los padres donde les explicamos los beneficios de hacer actividad física y de mantener una dieta acorde al desarrollo de los niños”, detalló el kinesiólogo de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Penco Lirquén, Felipe Vallejos.
La directora del Hospital Penco Lirquén, Dra. Patricia Paulos, subrayó que “se busca evitar la vida sedentaria, entregando las pautas de alimentación, enseñando a comer de manera diferente y de esta manera se puede insertar a los niños en una vida sana y feliz”.
Los pacientes que acceden a este programa son derivados por el pediatra, psiquiatra infantil u otro médico especialista, porque presentan estilos de vida pocos saludables.