Se instaló el aislamiento físico provocado por la pandemia y, acto seguido, los adultos comenzaron a cargar una mochila que muy pocos imaginaron: educar a sus hijos e hijas desde las casas. No más colegios, no más recreos y no más uniformes, hasta que las autoridades así los determinen.
Carmen San Juan comparte su testimonio de lo que ha sido una vuelta forzosa al colegio. Desde su cuarentena en Concepción, además de trabajar y cumplir con las tareas del hogar, debe explicar las materias de primero básico a su hija Ágata, de seis años. El inconveniente es que no siempre las clases resultan como se planificaron.
La historia de Carmen y Ágata se repite en Chile y el mundo. De hecho, la UNICEF estima que en América Latina y el Caribe, alrededor de 154 millones de niños, niñas y adolescentes -lo que equivale a más del 95% de los matriculados en la región- se encuentran temporalmente fuera de las escuelas, debido a que han cerrado por la expansión del COVID-19. Según la entidad, si la situación se extiende más allá de lo planeado, puede acarrear un aumento en el abandono escolar definitivo, especialmente entre los menores más vulnerables.
Escenario más que propicio para que la vocación docente de Catherinne Cáceres la impulsara a elaborar un “Manual de apoyo escolar para hijos e hijas en el contexto de contingencia actual”. Como profesional voluntaria de la Fundación Trascender, y con el apoyo de esa institución, el material está disponible para ser descargado gratuitamente desde internet.
Catherinne es penquista, se tituló como profesora de lenguaje y comunicación en la UdeC, y actualmente trabaja en un liceo en la comuna de Aysén. El manual que escribió tiene 26 páginas en las que detalla, por ejemplo, estrategias para motivar el aprendizaje y la lectura, además de sugerir algunos recursos digitales para reforzar los contenidos.
Sobre algunas técnicas que pueden servir para lograr que papás y mamás impartan clases efectivas desde las casas, la profesional señala que es importante destinar un espacio para realizar las actividades, establecer horarios, determinar quién será el adulto que resuelva las dudas de los estudiantes, y explicar claramente por qué motivo ya no se va al colegio.
La profesora hizo un llamado a los adultos a no agobiarse, ya que eso solo va a contribuir a desgastar el proceso, mencionando que a los niños “hay que darles mensajes de ánimo, porque el refuerzo positivo es una estrategia educativa que se usa comúnmente en las escuelas y es importante que no se pierda”.
Quienes estén interesados en el documento, pueden revisarlo aquí:
Manual de apoyo escolar para hijos e hijas en el contexto de contingencia actual