En el umbral de las elecciones de gobernador, programadas para el 26 y 27 de octubre, el escenario político se intensifica con la presentación de siete postulantes que buscan liderar Biobío, una de las zonas más dinámicas y desafiantes de Chile. Esta votación no sólo definirá el rumbo administrativo y estratégico de la región, sino que también refleja las aspiraciones y preocupaciones de una ciudadanía cada vez más activa y exigente.
A medida que la campaña avanza, cada candidato se enfrenta a la tarea de conectar con un electorado diverso, que abarca desde comunidades rurales hasta centros urbanos, pasando por sectores productivos y sociales en constante evolución. Con realidades marcadas por la desigualdad, el cambio climático y la necesidad de desarrollo sostenible, los postulantes deberán proponer soluciones concretas y viables.
En este artículo, revisaremos las motivaciones de los siete candidatos y candidatas, considerando el especial “Hablemos de Biobío”, transmitido por Medios UdeC, espacio en el que las y los aspirantes profundizaron en sus trayectorias políticas, propuestas y visiones para el futuro del Biobío.
Las razones
Mirtha Encina Ovalle, representante del Partido de la Gente, expuso que su candidatura se sustenta en contribuir para que “Biobío sea nuevamente un polo de inversión y de crecimiento económico para el país y América Latina”.
En tanto, Sergio Giacaman García, exintendente y candidato independiente por el Pacto Chile Vamos, mencionó que “veo a la región muy golpeada, está con una crisis de empleo y de credibilidad, de alguna manera una crisis de autoestima por el Caso Convenios”.
Ana Araneda Gómez, consejera regional y postulante por el Pacto Demócratas e Independientes, dijo que su decisión para postular a gobernadora se explica en que “existen muchas necesidades (…) cuando empiezas a recorrer zonas rurales y aisladas te das cuenta de otras realidades”.
El exsenador y carta del Pacto Regiones Verdes Liberales, Alejandro Navarro Brain, comentó que “hay una crisis de legitimidad y de participación clara y evidente en política. Yo creo que la política se hace para transformar, y creo que Biobío puede liderar el proceso de regionalización y descentralización”.
Por su parte, Fernando Peña Rivera, exseremi de Educación y abanderado del Partido Republicano, apeló a su formación, especificando que “es un viejo anhelo que las regiones tengan mayores niveles de descentralización y autonomía, es algo que aprendí en mi carrera siendo administrador público. Siempre fue ese el ‘mantra’: que se lograra más descentralización, sobre todo política”.
El consejero regional en el último periodo y apuesta del Partido Igualdad, Javier Sandoval Ojeda, sostuvo que “queremos resolver los problemas estructurales y profundos que afligen hoy día a la población en términos generales”.
Finalmente, Luciano Silva Mora, postulante del Partido Social Cristiano y exconvencional constituyente, señaló que “pensamos en un gobierno regional donde dejemos de lado la partidocracia y veamos que es posible un Biobío en paz, unido, que sueñe y que tenga esperanza”.
Estas elecciones representan un momento crucial para la región del Biobío, por ello, los siete candidatos y candidatas han trazado caminos diversos y propuestas variadas para abordar los desafíos que enfrenta la comunidad. Cada uno debe demostrar no sólo su capacidad de liderazgo, sino también su compromiso con futuro más próspero y equitativo.