La educación secundaria Técnico Profesional tiende a estar postergada de innovaciones y a analizarse de forma separada de la educación Científico Humanista, sin embargo, de la mano de un innovador postítulo que está dictando la Facultad de Educación de la Universidad de Concepción, se busca cambiar esta situación.
Se trata del programa “Pedagogía para docentes de Enseñanza Técnico Profesional, Decisiones didácticas basadas en consiliencia científica”, que se inició en abril y que apunta a formar a directivos, docentes, profesionales y técnicos de establecimientos técnico-profesionales, para cambiar la articulación entre las asignaturas del plan general de formación (Lengua y Literatura, Matemática y Ciencias para la Ciudadanía) con las especialidades técnicas.
“El objetivo es unir las distintas disciplinas pedagógicas, dándole mayor sustento científico a la toma de decisiones en las aulas”, explica el director del proyecto, Dr. Abelardo Castro.
La iniciativa es financiada con recursos provenientes del Fondo de Innovación para la Competividad (FIC) del Gobierno Regional del Biobío, por un monto de $149.901.472.
Un viaje al conocimiento
Las clases se realizan los días sábado y reúnen a equipos diversos de diferentes liceos del Biobío, incluyendo docentes fuera de la provincia de Concepción. Tatiana Carrasco es una de las profesoras que viaja cada fin de semana desde Nacimiento hasta la UdeC para continuar su formación: “Es sacrificado el viaje, pero se paga con las clases”, comenta entre risas junto a sus otras colegas.
La docente enseña Historia y Geografía en el Liceo Municipal de Nacimiento; todo un desafío, agrega, “porque el foco de los y las estudiantes es trabajar en las industrias de la zona. Son muy prácticos: nosotros queremos prepararles para la vida y ellos, para el trabajo. La mayoría son de nivel socioeconómico bajo, vienen de familias uniparentales y tienen problemas asociados a eso. Así que debemos adecuar la forma en la que entregamos nuestras asignaturas; debemos abordar la educación acorde a su realidad”, contextualiza.
En ese sentido, para Carrasco y sus colegas el postítulo ha sido revelador: “Nos entrega otras miradas y estrategias para poner en práctica. Además, ha sido una experiencia interesante que una universidad de la trayectoria como la UdeC aborde la enseñanza del área técnico profesional”.
Alexis Espinoza y Leonel Jara también viajan hasta Concepción para continuar su formación. Ambos profesionales del área de la ingeniería enseñan en el Liceo Industrial Samuel Vivanco Parada, de Los Ángeles, donde el contexto ha sido difícil tras la pandemia. “Además, como todo liceo público, la mayor parte los estudiantes que tenemos son chicos vulnerables, que están expuestos a la delincuencia y que vienen de familias con dificultades. Así que nosotros no solo formamos en lo técnico, también en lo valórico”, explica Jara.
Para Espinoza, lo que va del programa le ha entregado “varios tips que contribuirán una mejora de nuestro quehacer diario, en cuanto a aprendizaje y trato”. Mientras que, para Jara, lo que actualmente están aprendiendo sobre neurociencia “me ha ayudado un montón, porque soy nuevo en el área de educación. Antes había trabajado siempre en minería”, agrega.
Experiencias locales
Del espacio también participan directivos y docentes de establecimientos de la zona. Es el caso de Vladimir Loyola, quien es jefe de UTP del Liceo Juan Antonio Ríos de Talcahuano. Para él, este programa les ha venido perfecto: “El módulo que estamos realizando ahora, currículum, se relaciona directamente con nuestro Proyecto de Mejoramiento Educativo, nos da un norte”, explica.
Aunque levantarse cada sábado a estudiar es pesado a nivel personal y familiar, “mi labor como directivo es motivar a todo nuestro equipo para venir. Hasta tenemos un grupo de WhatsApp y ahí estoy siempre animando. Nos ha servido para crear más lazos como colegas y para mejorar el aprendizaje de nuestros estudiantes”, detalla.
Mientras que Daniel Guzmán, Ricardo Vergara y Paula Soto son parte del CEAT Mauricio Hochschild de San Pedro de la Paz. En el caso de Guzmán y Vergara, son del área de la ingeniería, por lo que el postítulo les ha ayudado mucho para comprender cómo aprenden y ven el mundo los y las adolescentes, “para así saber qué estímulos entregarles”, explica Guzmán. Los tres hablan de un ambiente colaborativo y con libertad para la didáctica, por lo que están abiertos a conocer cómo seguir innovando.
En el caso de Soto, es educadora diferencial y ha sido un desafío trabajar en este liceo, porque recién hace 4 años cuenta con el Programa de Integración Escolar (PIE), por lo que ha logrado conformar equipos de aula muy buenos en algunos espacios y ha encontrado más resistencias en otros. Agrega que le gustan mucho las clases del postítulo “porque han dado espacio al diálogo entre distintas disciplinas y establecimientos y considera los aportes de quienes estamos acá”, puntualiza.
No solo aprender, también investigar
Este postítulo no solo se remite a entregar educación, incrementando el profesionalismo docente en la educación media técnico profesional (EMTP), sino que también es parte de una investigación. Como explica el Dr. Castro Hidalgo, “la estrategia va en dos sentidos. Primero, incrementar la capacidad didáctica de los y las docentes; y segundo, lograr una mayor integración de profesores del plan general y especialidades para lograr mejores índices de creatividad, innovación y emprendimiento en estudiantes EMTP”, agrega.
Entre las disciplinas que se hacen converger en este programa, se cuentan las neurociencias, psicología, sociología y epistemología, de manera de conocer “la evolución biológica de nuestro sistema nervioso central, su estructura actual y su potencial para la interacción con el entorno”, explica. Todo esto, con el fin de que docentes aprendan cómo aprendemos, dándole un sustento científico a la forma en que se ejerce la pedagogía.
El nombre completo del programa es “Pedagogía para docentes de Enseñanza Técnico Profesional, Decisiones didácticas basadas en consiliencia científica para directivos, docentes, profesionales y técnicos de nivel superior que se desempeñan en Educación Media Técnico Profesional” y ha sido financiado gracias al Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional del Biobío.
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