Por: Carolina Marchant, estudiante de Periodismo UdeC.
En septiembre se celebró el Día Mundial sin Automóvil, conmemoración que promueve el uso de otros medios de transporte, con el fin de aumentar el ejercicio y la reducción de contaminantes que producen los vehículos.
Para el mundo, este día tiene una connotación simbólica, por lo que se impulsan diversas acciones: en algunos lugares restringen las calles principales para que sean de uso peatonal exclusivo y también se incentivan los viajes más sustentables.
Algunos de los factores que explicarían el alza del automóvil son el deterioro del sistema de transporte público, que en muchos casos sigue sin ser una alternativa atractiva para las personas, a causa de su cobertura y frecuencia.
Al respecto, el académico del Departamento de Ingeniería Civil UdeC, Dr. Juan Carrasco, expuso que en el caso de Concepción “las personas están viviendo más lejos de sus actividades laborales, de entretención o de la vida diaria, lo que hace que tengan que recorrer distancias mayores y sean más dependientes del transporte motorizado”.
Estos hechos son más latentes en el Gran Concepción por el aumento de la congestión vial y los accidentes. Por ello, se ha tratado de implementar distintas alternativas al transporte motorizado, como la construcción nuevas ciclovías en diferentes rutas estratégicas, para que las personas en bicicletas se puedan desplazar tranquilamente.
“Desde 2016, se han inaugurado las ciclovías en O’Higgins, por ejemplo, la de Roosevelt y así un montón de ciclovías, que no sólo no existían, sino que tenían un estándar que era menor”, dijo Sebastián Astroza, investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS).
Medidas como el incremento en el uso de la bicicleta ayudarían al medio ambiente, ya que los gases de los automóviles son las principales fuentes de contaminación hacia la atmósfera y de contaminantes de efecto invernadero como el dióxido de carbono.
Otras alternativas son los conocidos autos eléctricos, que en cierta medida al tener motores de combustión interna contribuyen a la reducción de contaminantes urbanos y sonoros, tal como plantea Claudia Ulloa, académica UdeC y doctora en Ciencias de la Ingeniería mención Ingeniería Química.
Entonces, el cambio de paradigma debe apuntar a que “nuestra vida debe ser intermodal. No se trata de eliminar el automóvil como modo de transporte o prohibirlo, sino incentivar en su uso racional, que los otros modos sean una alternativa adecuada para realizar las actividades”, aconseja el Dr. Carrasco, quien además es Presidente de Efe Sur y cuyas líneas de investigación son Ingeniería y Planificación de Transporte.
Es preciso mencionar que en Biobío la venta de vehículos aumentó un 5,9%, según los datos entregados por el Informe Mercado Automotor de 2022 de la Asociación Nacional Automotriz de Chile A.G. (Anac). La Región se situó como la única en mostrar crecimiento automotriz.
Una mirada ambiental
Para entregar una perspectiva más profunda del tema, y no limitarnos a la problemática sólo desde el enfoque del transporte, contactamos a Claudia Ulloa, directora del departamento de Ingeniería Ambiental de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción, quien abordó algunas medidas que podrían detener el daño que el uso del automóvil ha provocado al planeta. La investigadora enfatizó en que la ciudadanía no dimensiona del todo las consecuencias en términos de contaminación del aire.
¿Qué tan contaminado está el planeta por el uso de los autos?
El transporte carretero, en particular los medios de transporte livianos como los automóviles, es reconocido como una de las principales fuentes de contaminación atmosférica, ya sea de contaminantes locales urbanos (material particulado, monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno) o de contaminantes de efecto invernadero, como el dióxido de carbono.
A nivel nacional e internacional hay claros ejemplos de ello. En Santiago de Chile, históricamente el transporte vehicular ha sido el principal aportante a la condición deficiente de la calidad del aire. Los cambios estructurales hechos para ese sector, como la introducción de vehículos con convertidor catalítico, la reducción se azufre en el Diesel, entre otras medidas, han tenido un impacto relevante en términos y mejoras en la concentración de material particulado, ozono troposférico y óxidos de nitrógeno.
Por otro lado, a nivel mundial, las restricciones de movilidad en las primeras etapas de la pandemia mostraron cambios notorios en la calidad del aire, demostrando el efecto del transporte en la contaminación atmosférica.
¿El uso del auto eléctrico ayudará realmente a la disminución de contaminantes?
Efectivamente, al no estar basados en motores de combustión interna, los vehículos eléctricos contribuirán a la reducción de contaminantes urbanos locales, además de ruido. Sin embargo, para que el efecto sea notorio, las nuevas tecnologías de vehículos eléctricos debieran masificarse en el mediano y corto plazo. Sin embargo, el uso de vehículos eléctricos no mejorará otras condiciones ambientales urbanas relevantes como la congestión vehicular. Más impacto tendría la modernización del transporte colectivo, desincentivando el uso de vehículos particulares.
¿Cree que la gente está más consciente sobre este tema que en años anteriores?
Desafortunadamente, en general la población no es consciente del impacto que tiene el uso del vehículo en la contaminación del aire. Cada vez crece más el parque vehicular. Las razones son diversas, entre ellas las deficiencias del transporte público. Ciudades como Concepción han soñado por décadas con metro y/o trenes urbanos que conecten las distintas comunas del Concepción Metropolitano. Parece que el mediano plazo no se vislumbra una solución integral como esa.
¿Qué otras cosas se pueden hacer para mejorar la calidad del aire?
En Chile, en particular en el centro sur, incluyendo Concepción, Chillán y Los Ángeles la principal fuente de contaminación atmosférica es la combustión residencial de leña. Reducir el uso de leña como combustible constituiría el mayor aporte a la mejora en la calidad del aire.