Con un fuerte llamado a la comunidad a evitar situaciones de riesgo que deriven en un incendio forestal, especialmente durante una temporada estival que se prevé compleja, autoridades regionales presentaron el plan de prevención y control de incendios forestales para el período 2021-2022.
El delegado presidencial Patricio Kuhn destacó el presupuesto aprobado por el Gobierno de $68.801 millones para su implementación nacional, de los cuales 6 mil millones corresponden a la Región del Biobío.
“Estos recursos nos permitirán contar con 32 brigadas y 10 aeronaves, de las cuales 6 corresponden a aviones cisterna y 4 helicópteros; esto significa una dotación cercana a las 400 personas y este equipo humano conformará brigadas convencionales, nocturnas, helitransportadas, interfaz urbano-rural, cisternas y mecanizadas. A ello se suma la fuerza de combate de las empresas forestales y también de Bomberos”, destacó la autoridad.
Asimismo, Kuhn sostuvo que esta región cuenta «con un tremendo patrimonio natural que debemos respetar y cuidar. Es por ello que el Gobierno ha adelantado los recursos para esta temporada que se ve compleja y en donde nuestra prioridad son la vida y los bienes de las personas”.
En ese sentido, el seremi de Agricultura, Francisco Lagos, apuntó que “se avizora una temporada compleja en lo que se refiere a incendios forestales, por eso es primordial la coordinación de las distintas instituciones que trabajan para combatir los incendios”.
El director regional de Conaf, Francisco Pozo, en tanto, detalló que “el 20 de septiembre iniciarán sus operaciones 2 brigadas terrestres, una de ellas en la provincia de Concepción y la otra en Biobío, con una dotación de veinte combatientes personas. Y para los primeros días de octubre se sumarán otras 6 brigadas terrestres, y así de manera paulatina hasta llegar a la segunda quincena de noviembre con la totalidad de nuestros recursos operativos, esto es 32 brigadas”.
Pozo insistió en que más allá de los recursos dispuestos para enfrentar los incendios forestales, el compromiso de la comunidad a ser cuidadosa a la hora de realizar actividades al aire libre es primordial.
Respecto de la prevención, se tiene contemplada la construcción de 655 kilómetros de cortafuegos.
En este sentido, el presidente regional de Corma Biobío y Ñuble, Alejando Casagrande, insistió en que «los recursos de combate no son suficientes, ante algunas condiciones, para parar los incendios».
Por su parte, el director regional de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Alejandro Sandoval, recalcó la importancia del trabajo colaborativo entre organismos de prevención y respuesta a estas emergencias.
En relación a las cifras de la temporada pasada, en la región se registraron 2.894 incendios forestales, un 4% más que el periodo 2019-2020, sin embargo, la superficie afectada fue de 5.857,65 hectáreas, un 65% menos que el periodo anterior.