Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kucynski. Todos nombres de expresidentes peruanos que están condenados, investigados o prófugos de la justicia. A la lista se suma el más reciente mandatario del país vecino: Pedro Castillo, destituido el 7 de diciembre recién pasado.
Aunque la situación detonó a comienzos de este mes – y la fiscalía pide 18 meses de prisión preventiva por los delitos de rebelión y conspiración- su administración inició entrampada.
“Es electo el año pasado, comienza su periodo a finales de julio y de ahí en adelante no ha podido gobernar. Ha tenido serias dificultades para conformar su gabinete, ha tenido mociones de vacancia en contra de sus ministros y, en el fondo, nunca pudo hacer pie”, indicó Christopher Martínez Nourdin, académico del Departamento de Administración Pública y Ciencia Política UdeC.
Para calmar las manifestaciones sociales, que hasta este jueves suman 8 muertos, el cientista político considera que una de las salidas a este laberinto político puede ser adelantar las elecciones a 2023, para que la ciudadanía decida por un nuevo Presidente y un Congreso renovado.
Perú ha tenido seis Presidentes de la República desde 2018, entonces ¿por qué es tan difícil gobernar ese país? Según Martínez “hay un problema de fondo, estructural, de cómo los Presidentes ejercen el poder una vez que están en el cargo, pero además desde 2016 se inicia un proceso de inestabilidad constante”.
Sobre la decisión de Chile de restarse de la declaración en favor de Pedro Castillo emitida por Colombia, México, Bolivia y Argentina, el académico UdeC indicó que, a su juicio, se trata de una jugada acertada y que “debe haber sido difícil al interior de las coaliciones del gobierno”.
Cabe señalar que Perú se encuentra bajo estado de emergencia, desde este miércoles 14 de diciembre y por un periodo de 30 días, debido a las masivas protestas.