Por María Jose Benavente Bargetto, Magíster en Política y Gobierno UdeC, Investigadora Asociada en Creasur.

En un escenario extremadamente difícil, el gobierno del presidente Sebastián Piñera se dirigirá a la ciudadanía este martes 01 de junio para dar cuenta del estado administrativo y político del país. Una ceremonia que sin dudas tendrá un velo de amargura en un contexto álgido de la pandemia, con una de las cifras más altas de contagiados activos desde la llegada del Covid-19 a Chile. 

Los más de 8 mil casos activos no hacen más que poner en tela de juicio el manejo de la pandemia por parte del Gobierno, que ha sido esquivo en escuchar y ratificar las proyecciones de la comunidad científica, quienes, además, han acertado en los números del actual rebrote epidémico.

La posición del presidente respecto de la cuenta pública del año pasado es totalmente distinta. En aquella ocasión el gobierno tenía una oportunidad de ejercer liderazgo en una pandemia que recién comenzaba, donde aún existía una coyuntura para mejorar la confianza en la ciudadanía, y consolidar el capital político que lo acompañaría hasta el final de su periodo. Por el contrario, vemos que el gobierno ha estado sumido en una profunda crisis, con bajísima aprobación ciudadana, que ha perdido prácticamente toda adherencia parlamentaria y con ello la incapacidad de controlar la agenda.

Una cuenta pública con estos antecedentes no es alentadora y es complejo dejar un legado con tantas equivocaciones en el camino. Con este diagnóstico se espera que el gobierno intente buscar culpables no solo en el contexto global de incertidumbres económicas y sanitarias sino también en la oposición que ha persistido en ser un bloqueo constante a las iniciativas del ejecutivo.

Otra dificultad relevante es el bajo cumplimiento del programa de gobierno con tan solo un 37%, donde destacan con mayor realización las dimensiones de género, defensa y economía según datos que se dieron a conocer en el portal Ciudadanía Inteligente. Sin embargo, es en materia de infancia donde existe una gran deuda y demanda con respecto a las graves y sistemáticas vulneraciones de niños, niñas y adolescentes que ha permitido la institucionalidad del SENAME.

La creación del Servicio Nacional de Protección Especializada de la Niñez, organismo que reemplaza al SENAME, se estima será un eje principal de la cuenta pública este martes y que no estará exenta de críticas por la sensibilidad y complejidad que acontece la temática.

Con todo, es probable que escuchemos al presidente Sebastián Piñera enfatizando en un llamado a la unidad, que asegure un mínimo de gobernabilidad a través de la implementación de la agenda de mínimos comunes que permita, a su vez, tener un proceso constituyente ordenado y avanzar en la discusión de reforma a las pensiones.