Por Patricia Echeverría Carrillo, directora de Personal Universidad de Concepción.
La forma de hacer nuestro trabajo cambió de la noche a la mañana, sin previo aviso y sin preguntarnos si estábamos lo suficientemente preparados.
La respuesta es no, pues la contingencia generada por la pandemia de Covid-19 era imprevisible, en la magnitud y efectos que ha tenido en las instituciones públicas y privadas.
Sin embargo, en la Universidad de Concepción hemos sido capaces de mantener el quehacer administrativo y de servicios, con creatividad, esfuerzo, entusiasmo y dedicación de todo un equipo, dando un ejemplo claro de resiliencia.
Esta adaptación ha requerido de equilibrio emocional, para soportar la presión que ha significado internalizar y asumir las funciones y tareas que demanda el rol como trabajador universitario, en nuestro hogar y en los espacios sociales.
En este contexto, la Universidad de Concepción se esfuerza día a día, por mantener un constante acompañamiento a sus trabajadoras y trabajadores, mediante comunicados y recomendaciones, que sean un apoyo en este periodo, tanto en los aspectos psicológicos, de salud, de seguridad laboral y prevención de riesgos.
Transcurridas ya algunas semanas de actividad a distancia y a la luz de diversas consultas recibidas por parte de trabajadores y jefaturas, ya tenemos varios aprendizajes a nuestro haber que es oportuno compartir. Especialmente, algunos aspectos prácticos, para mejorar el desempeño de la gestión universitaria, permitiendo superar algunos de los problemas que surgen de las nuevas modalidades de trabajo.
La primera consideración a tener presente es la interdependencia del proceso de gestión de personas universitario entre la administración central y las facultades u organismos.
Las personas confían en que la Universidad respetará los compromisos adquiridos y, a su vez, la institución confía en que las personas responderán al cumplimiento de los deberes comprometidos, pero ello requiere los mayores esfuerzos en la tramitación, coordinación y seguimiento de la gestión.
Así, es conveniente que las jefaturas organicen sus equipos de trabajo en conjunto con los colaboradores, para planificar las actividades que deberán desarrollar durante el periodo, ya sea semanal o mensual, y mantengan la comunicación con éstos, a lo menos una vez a la semana, a través de los medios acordados.
Es vital retroalimentar a las personas y apoyarlas en su trabajo de manera que éstas mantengan la relación con su grupo de trabajo y puedan recibir el apoyo y retroalimentación de sus compañeros y supervisores.
Como en muchas organizaciones similares, las jefaturas administrativas representan el primer contacto entre las personas y la Universidad. Por lo tanto, en medio de esta contingencia sanitaria que ha trasladado al ámbito virtual gran parte de los servicios y prestaciones, es imprescindible que las jefaturas mantengan los canales de comunicación abiertos para atender, con la mayor oportunidad posible, los requerimientos.
Por ello, es crucial, especialmente en esta etapa de contingencia sanitaria, potenciar el apoyo a los grupos de trabajo, por parte de las jefaturas. Es esencial mantener el espíritu de pertenencia de los equipos, para garantizar el cumplimiento de los objetivos establecidos y cuidar a las personas que integran dichos equipos.
La Dirección de Personal de la Universidad está disponible para apoyar este proceso en las necesidades que se presenten, a través de los sitios y teléfonos informados por nuestros canales de comunicación.
Juntos, todas y todos, superaremos esta crisis y saldremos fortalecidos de ella, haciendo aún más grande a nuestra institución.
Fuente: Vraea UdeC.