Una nueva Asamblea Regional de Municipalidades del Biobío fue efectuada este viernes en Mulchén, instancia en la que fueron abordados tópicos como la seguridad, el desarrollo territorial, la imagen del país en el exterior y la crisis hídrica. Al término, los representantes coincidieron en la necesidad de aumentar las vías de diálogo con el nivel central, sobre todo, a la hora de diseñar e implementar las medidas contra la delincuencia.
El encuentro contó con representantes de 17 comunas, las que trabajaron en torno a las problemáticas compartidas por «todos los territorios» de la zona. Dada la limitada disponibilidad de tiempo, el alcalde anfitrión, Jorge Rivas, afirmó que se acordó revisar con posterioridad algunas de ellas a través de las correspondientes comisiones.
Cobertura y escucha
En lo relativo a la seguridad, el jefe municipal de Mulchén fue crítico respecto de la «poca claridad» con la que el Gobierno ha comunicado las competencias, contenidos y comunas incluidas en el plan Calles Sin Violencia, sobre todo, por el desconocimiento en torno a las facultades, atribuciones y recursos que dispondrá cada actor. A la vez, el alcalde solicitó que la estrategia sea aplicada de manera «integral» e incorporando a «todas las comunas del país».
En tanto, el presidente de la Asociación de Municipalidades de la región del Biobío (AMRBB), Álvaro Ortiz Vera, recalcó que es imprescindible incluir a Concepción y Los Ángeles en esta primera etapa del plan, para así efectuar pilotos que permitan ampliar, con posterioridad, la cobertura «hacia otras comunas».
Por su parte, el presidente de la comisión de Seguridad y Derechos Humanos de la AMRBB, Antonio Rivas, sostuvo que aunque la delincuencia «no ha sido generada» bajo el actual Gobierno, se espera que esta sea combatida sin descuidar a ninguna localidad. La idea, afirmó, es evitar que el crimen organizado se traslade «hacia los lugares donde está desprovista la seguridad».
Con todo, el jefe comunal de Chiguayante instó a la ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, a recibir «a los alcaldes de la región del Biobío» para abordar las problemáticas de la macrozona sur y las derivadas del narcotráfico.
La asamblea también contó con la presencia del delegado presidencial (s), Eduardo Vivanco, quien valoró el aporte de la instancia a la colaboración interinstitucional y «la articulación del nivel central con los gobiernos locales». En ese sentido, la autoridad política llamó a los alcaldes a tener «paciencia» ante la implementación del plan Calles Sin Violencia, dado que a futuro habrá mayores instancias para el diálogo.
Por último, el alcalde de Los Ángeles, Esteban Krause, hizo un llamado a enfrentar la problemática de la delincuencia profundizando en «la manera como estamos construyendo nuestra sociedad», dado que a su parecer, las causas de la misma exceden a la falta de patrullajes y detenciones, e involucran asuntos como la capacidad de las cárceles, el abandono del sistema educativo y la violencia estructural.
Al término de la jornada, el Ministerio del Interior se comunicó directamente con los jefes de las 46 comunas a nivel nacional que participarán en esta primera etapa del plan Calles Sin Violencia. En el Biobío, son tres los municipios incluidos: Concepción, Los Ángeles y Coronel.