La pandemia por COVID-19 ha relegado a segundo plano patologías que antes eran comunes. Por ello, es necesario estudiar la evolución de estas enfermedades. Bajo esta premisa es que un grupo de investigadores pertenecientes a las universidades de Concepción y de Las Américas, analizaron datos recopilados en 14 regiones de Chile obtenidos desde el Ministerio de Salud y el Ministerio de Ciencia, además de la Dirección General de Aeronáutica Civil, Dirección Meteorológica de Chile y Servicios Climáticos considerando los periodos desde enero de 2018 hasta febrero de 2021.
El estudio evaluó la relación entre la pandemia por COVID-19 y la posible disminución de muertes por enfermedades respiratorias (ER) en nuestro país y también determinó las relaciones entre las variables meteorológicas y la severidad de COVID-19 con respecto a las muertes por ER.
Sobre el primer punto, el Dr. Guillermo Ferreira, director del Departamento de Estadística de la UdeC y quien realizó la construcción y análisis estadístico de los registros para este estudio, explica que “era necesario conocer si la pandemia por COVID-19 había afectado las muertes por enfermedades respiratorias distintas a COVID-19 y poder cuantificar dicha disminución. Todo indicaba que las muertes por COVID-19 habían afectado las tasas de defunciones por ER, sin embargo, no había un estudio formal sobre cómo la pandemia había afectado este indicador”.
A esto se suma la necesidad de conocer si las muertes por ER en Chile fueron afectadas por otras variables, tales como: tasa de incidencia de COVID-19, número de pacientes en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), temperatura máxima, temperatura mínima y precipitación, por lo cual se utilizaron datos meteorológicos.
El estudio
El equipo de investigadores, compuesto por el Dr. Guillermo Ferreira y Angie Méndez, de la Universidad de Concepción, y Claudia Barría y María Cecilia Toffoletto, de la Universidad de Las Américas, trabajó durante un año en el estudio y determinó que las muertes por ER disminuyeron en un 34,12%. Ante la pregunta de las posibles causas que aportaron a esta baja, el Dr. Ferreira señala, que “podría estar relacionada con las medidas sanitarias implementadas en Chile, tales como el establecimiento del estado de emergencia a partir del 18 de marzo de 2020, la implementación del toque de queda nocturno, lo que disminuyó la exposición de la población a bajas temperaturas, y la poca o nula interacción social; acciones que resultaron efectivas para reducir la tasa de contagios por COVID-19, y a la vez otras enfermedades respiratorias”.
Del análisis realizado en este estudio, el Dr. Ferreira explica que las variables que inciden en el número de muertes por ER, serían las defunciones por Covid-19 que al aumentar provocan una baja en la cantidad de fallecimientos por ER; así como también el número de pacientes con Covid-19 en la UCI, que habría provocado un alza del 0.039% y finalmente, la temperatura mínima, la que al disminuir en 1° C, provocaría un aumento de defunciones de enfermedades respiratorias en un 2,681%.
La importancia de este estudio es que permite cuantificar la relación entre el número de muertes por ER y los índices de severidad del COVID-19, así como el número de defunciones por ER y las variables climatológicas. Otro aspecto importante, es que esta investigación no sólo se centró en una zona geográfica específica, sino que en 14 regiones del país, lo que permite tener una visión general a nivel nacional de esta relación.
Los académicos aplicaron regresión de datos de panel para un modelo de efectos aleatorios unidireccional y utilizaron el procedimiento de Amemiya para estimar los parámetros del modelo. Esta metodología utilizada se presenta como una herramienta útil para conocer el comportamiento de las tasas de mortalidad, no tan sólo de las ER, sino que se puede aplicar a otros tipos de enfermedades.
“Además, con esta información, los Servicios de Salud y SEREMI pueden conocer la evolución de las tasas de mortalidad en función de las variables de severidad del COVID-19 y variables meteorológicas; y con ello tomar las medidas necesarias para controlar el efecto del COVID-19 en la fase de término de esta pandemia y en otras situaciones futuras de contexto sanitario similar”, explica el Dr. Ferreira.
El estudio continuará con la incorporación de registros mensuales de distintas variables sociodemográficas por región, con el fin de analizar la asociación entre COVID-19 y los determinantes sociales de la salud (DSS), tales como raza/etnicidad, género, nivel socioeconómico, residencia rural/urbana y estado de vivienda. Esta propuesta futura considerará no sólo las diferencias geográficas que inciden en los hábitos de autoprotección frente a enfermedades respiratorias y COVID-19, sino que también incorporará un elemento fundamental en salud pública, como son los DSS.
La investigación fue publicada en la revista científica «Infection Ecology & Epidemiology», y es de acceso abierto y gratuito a toda la comunidad científica y población en general. “Por lo tanto, sería beneficioso que las entidades gubernamentales a cargo de las políticas de salud pública pudieran considerar esta investigación como una herramienta útil en la toma de decisiones”, finaliza el académico UdeC.