Tal como lo anunciaron las autoridades regionales en el marco de la reunión efectuada el jueves en la Delegación Presidencial, el ministro Nicolás Grau visitó la siderúrgica Huachipato durante esta jornada, con el objetivo de avanzar en el trabajo que busca evitar el cierre de la emblemática planta ubicada en Talcahuano.
Si bien no quiso dar a conocer las medidas específicas que el bloque conformado por representantes del Ejecutivo y de la empresa impulsarán para viabilizar esta industria, el titular de Economía insistió en la importancia estratégica que Huachipato tiene para la región y para Chile.
El ministro Grau planteó necesario «construir un camino común entre el gobierno y la empresa» y reiteró que «Huachipato es estratégica para el país y a juicio del gobierno tenemos que hacer todo lo posible para que no cierre».
Respecto de la presentación de antecedentes a la Comisión Nacional encargada de investigar la existencia de distorsiones en el precio de las mercaderías importadas, organismo técnico que podría determinar salvaguardias u otras acciones de protección, el secretario de estado recordó que «la empresa tiene una facultad legal de hacer esa solicitud, todavía no se ha hecho y esos antecedentes hay que revisarlos (…) No me quiero manifestar con anticipación a conocer el detalle, pero es uno de los caminos posibles».
La autoridad de gobierno relevó también el rol de los sindicatos de Huachipato, valorando que «es una forma de entender los productivo con mucho diálogo social, con puestos de trabajo de calidad (…) A nosotros nos gustaría que se replicara en todo el resto de la economía».
Junto con agradecer la visita, el gerente general de Siderúrgica Huachipato, César Garrido, reiteró que «las condiciones del mercado han sido especialmente complejas y desafiantes durante la última década (…) Estamos focalizando nuestra estrategia y maximizando nuestra eficiencia. Sin embargo, esto no será suficiente si no se empareja la cancha con respecto a los aceros importados».
El ejecutivo entregó más detalles acerca de la competencia desleal que enfrenta el acero chileno frente al importado desde China.
Sin entrar en el detalle de los mecanismos, Garrido insistió en que «hay varios instrumentos y lo importante ahora es lo que nos permita operar con celeridad, que se empareje la cancha para seguir operando». Asimismo, planteó la necesidad de que estas iniciativas funcionen de manera temprana y a largo plazo.
Héctor Medina, presidente del Sindicato N°1 de Huachipato, reiteró que la situación de la siderúrgica es «terminal», por lo que la reacción del gobierno debe atender el sentido de urgencia.
Desde la empresa informaron que en 2013 reorganizaron sus actividades productivas y suspendió la fabricación de productos planos, por condiciones similares a las que ocurren en la actualidad. Esto significó una disminución de 264.162 toneladas de producción, pérdidas de ingresos que alcanzaron los US$ 117,7 millones y la desvinculación de 370 trabajadores.
Actualmente, en Huachipato trabajan 2800 personas de manera directa, 99,1% son de la Región del Biobío. Por cada puesto de trabajo creado por la compañía se generan otros 5-6 puestos en otros sectores vinculados a los servicios que encadena. Algunas autoridades estiman en al menos 20 mil puestos laborales el encadenamiento productivo que genera la empresa.