“Además de los grandes incendios ocurridos en al Amazonas, Australia, California y otros lugares, estos eventos también se han dado últimamente en Chile, por lo cual estudiar modelos de propagación de incendios resulta interesante desde el punto de vista académico y, por supuesto, práctico, lo cual por sí solo constituye un gran desafío”, explica el Doctor en Ciencias Aplicadas con mención en Ingeniería Matemática de la Universidad de Concepción y académico del Departamento de Silvicultura de la Facultad de Ciencias Forestales (FCF), Elvis Gavilán.
Hasta el momento, el investigador ha desarrollado estudios que contribuyen en el abordamiento de esta importante problemática que, en nuestro país y el mundo, tiene un alto impacto económico y social, colaborando con colegas de la propia UdeC, como Raimund Bürger, académico del Departamento de ingeniería Matemática e investigador del Centro de Investigación en Ingeniería Matemática (CI²MA) y Daniel Inzunza, además de Luis Miguel Villada de la U. del Bío-Bío y Pep Mulet de la Universitat de València, España. “La idea es poder generar interacción desde el punto de vista académico y práctico con profesores vinculados directamente al terreno propiamente tal”, explica sobre conversaciones que ya ha tenido con sus colegas de la FCF.
Recientemente, el grupo de ingenieros matemáticos ha coescrito un par de artículos para revistas especializadas acerca de la “propagación de los incendios desde la óptica de los métodos numéricos y nos concentramos en estudiar el comportamiento del fuego bajo los efectos de la implementación de los llamados cortafuegos y el cambio en la dirección del viento”.
Algunos de los principales resultados alcanzados, explica Gavilán, tienen que ver con que “el ancho en la confección de los cortafuegos resulta fundamental pues, por ejemplo, dicha medida puede hacer la diferencia de si un incendio forestal en un pastizal o bosque pueda llegar o no a un sitio que resulte primordial proteger como es el caso de las viviendas”. En este sentido, detalla el científico, “un ejemplo de ello, lamentablemente, fueron los incendios en la zona centro sur del país durante el verano de 2017″.
Para aportar en la prevención de este tipo de tragedias, Gavilán explica que “otro asunto interesante que estamos estudiando actualmente es la confección de mapas de riesgo, los cuales bajo ciertos supuestos, permiten conocer qué tan afectado podría verse un determinado terreno que resulte importante proteger según el lugar en donde se origine el foco inicial de un incendio”.
“Ahora, viene la tarea de vincular la investigación matemática con la parte práctica a partir de la interacción con académicos de otras áreas”, detalla el investigador y, acerca de la aplicabilidad de los modelos desarrollados, agrega que “las ecuaciones diferenciales parciales y los sistemas dinámicos permiten modelar una cantidad considerable de fenómenos biológicos distintos, como las invasiones biológicas, dinámica de poblaciones de insectos y sanidad forestal. Por ejemplo, en este último, hay sistemas de ecuaciones diferenciales que permiten predecir la propagación de virus en plantas, de manera más o menos análoga o cómo ocurre con ciertos modelos epidemiológicos como el SEIR (Susceptible-Expuesto-Infeccioso-Recuperado), en el caso de los humanos y animales”.