En medio de complejas semanas para Amarillos en el Biobío, con bajada de candidatos, renuncias y críticas a las autoridades nacionales del partido, la ex ministra de Educación Mariana Aylwin llegó a Concepción para respaldar a sus candidatos al Consejo Regional y a concejalías en Concepción y San Pedro de la Paz.
La bajada de las candidaturas de Augusto Parra a gobernador regional —que derivó en su renuncia a la presidencia regional y a la militancia—, de Jorge Condeza al Core y de Boris Negrete a la alcaldía de Concepción gatillaron una serie de recriminaciones entre la directiva que lidera el diputado Andrés Jouannet y las bases del partido, que en todo el país lleva alrededor de trescientos postulantes.
Aylwin, una de las figuras de mayor notoriedad en Amarillos, reconoció que es “un conflicto que no hubiéramos querido tener”. Junto con recalcar que la colectividad “es un referente frente a la polarización y una alternativa frente a los extremos”, adelantó que la expectativa para octubre es “dar un primer paso, modesto, pero vamos a seguir y persistir en ello”.
Sobre la disputa para gobernador regional, la también ex diputada sostuvo que los apoyos oficiales son una decisión que se debe tomar “lo antes posible” a nivel nacional. Respecto de la Región del Biobío, lamentó que “democratacristianos y personas de centroizquierda que tienen una tradición democrática clara y que participaron en los gobiernos de la Concertación, estén apoyando al señor Navarro”.
Consultada por la unidad de las fuerzas que hace dos años se articularan en torno al Rechazo, Aylwin manifestó que “ese espíritu hoy no está, habrá que reconstituirlo y ver cómo enfrentamos el futuro con alianzas que permitan dar gobernabilidad al país y que sean estables”.
Finalmente, respecto de una eventual fusión entre Amarillos y Demócratas, expresó que “debiéramos ir hacia allá, no es sensato que tengamos dos partidos muy pequeños intentando representar el centro, pero ese es un camino que habrá que conversar después de las elecciones”.