Este 5 de noviembre se llevarán a cabo las elecciones presidenciales y legislativas en Estados Unidos. La carrera presidencial la encabeza el expresidente Donald Trump y la actual vicepresidenta Kamala Harris. De momento, la mayoría de las encuestas arrojan un empate técnico entre ambos candidatos. Siendo este el escenario, cabe preguntarse cuáles son las implicancias que cualquiera de los resultados puede traer a Chile. 

Patricio Navia y Robert Funk, ambos doctores en ciencia política, durante su exposición frente a la Comisión de Relaciones Exteriores del parlamento del pasado 24 de septiembre, coinciden en que el proteccionismo será una característica de la política económica del próximo gobierno, independiente de quien salga electo.

Según Jeanne Simon, académica del Departamento de Administración Pública y Ciencia Política UdeC, ambos candidatos buscarán establecer tarifas arancelarias a las importaciones, favoreciendo una política económica más orientada hacia dentro. 

A pesar de esto, la académica añadió que el tratado de libre comercio que existe entre Chile y Estados Unidos no genera ruido en el país norteamericano, considerando las buenas relaciones entre ambos, especialmente durante los períodos en que el Partido Demócrata ha estado en la Casa Blanca.  

Otra de las aristas económicas es la competencia con China. Simon considera que ambos candidatos buscarán fortalecer la industria nacional para reemplazar la oferta del gigante asiático, especialmente en productos estratégicos. Ejemplo de esto es lo que propone Harris, que enfoca esta política en el área tecnológica y las energías renovables. 

Por su parte, Fernando Reyes Matta, ex embajador chileno en China, sostiene que el futuro de las relaciones entre dicho país y Estados Unidos será similar al escenario actual. Reyes, quien además es director del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China de la Universidad Andrés Bello, caracterizó dicha tendencia con lo que él denomina “las tres c”: cooperar, competir y confrontar.

El exdiplomático también ve una tendencia regresiva en cuanto al libre mercado, con la proliferación de medidas proteccionistas tanto en Estados Unidos como en China. Para él, “la geopolítica se está imponiendo sobre la economía”. Si bien estas medidas buscan poner barreras al gigante asiático, estima que a la larga pueden tener repercusiones negativas en la circulación de productos chilenos en el mercado internacional. 

El economista Claudio Parés, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas UdeC, cree que Chile no se debería ver demasiado afectado, dado que compite en otros mercados, con mayor orientación hacia la producción de materias primas, mientras que ambas potencias se enfocan en la manufactura. Especificó que en caso de una guerra comercial, Chile incluso podría verse beneficiado en su rol como proveedor de recursos básicos. A pesar de esto, hace una distinción entre ambos candidatos, acotando que “Trump es más amigo de la inestabilidad política y eso podría afectarnos a largo plazo”. 

No obstante, Navia y Funk tienen visiones más escépticas respecto a las relaciones internacionales, ya que mencionaron que la creciente tensión entre China y Estados Unidos podría provocar que Chile sea presionado para alinearse con uno de los dos.  

En este punto, el exembajador Reyes Matta coincide respecto al análisis sobre la presión. “El desafío es cómo no parecer alineado ni con el uno ni con el otro”, agregó, haciendo hincapié en que ambos países tienen relaciones diplomáticas y comerciales significativas con Chile. Con Estados Unidos, la colaboración es “permanente, persistente y con acuerdos específicos” en cuanto a seguridad estratégica global, mientras que con China el potencial tiene que ver con la inversión y el mercado de las exportaciones.  

Simon, sobre esto, destacó la “autonomía estratégica” que los gobiernos chilenos han resguardado. Dada la necesidad de mantener buenas relaciones con otros países para sostener el intercambio comercial, a través de la política exterior se ha evitado generar conflictos o tomar posturas que puedan entorpecer el vínculo con otras naciones, por lo que a pesar de las posibles presiones, no se vislumbra un cambio en esta tendencia. 

El conflicto en Medio Oriente es uno de los temas internacionales en los que Chile ha manifestado su postura, incluso sumándose a la demanda contra Israel presentada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia. A pesar de esto, Simon recalca que, más allá del apoyo a la iniciativa, es poco probable que Chile asuma un rol activo en la oposición a Israel. 

Según Funk, si bien esto no afecta derechamente su relación con Estados Unidos, el hecho de que Chile se sumó a la demanda lo ubica en un grupo de países que, visto desde la Casa Blanca, no son considerados como aliados totales, pero que desde un punto de vista pragmático, siguen siendo socios relevantes.

Si bien los expertos tienden a concluir que no existirán cambios de peso en la relación entre ambos países, esto solo se podrá confirmar al ver la aplicación de la política exterior de quien gane los comicios. Mientras el día de las elecciones está cada vez más cerca -y el voto anticipado ya comenzó-, el resultado pareciera ser que se resolverá por mínimas diferencias en los estados clave. Estos son Míchigan, Wisconsin, Pensilvania, Nevada, Georgia, Arizona y Carolina del Norte, los que, dada la naturaleza del sistema electoral estadounidense, tendrán mayor repercusión en el conteo total.