El periodo de traslación de la tierra alrededor del Sol toma 365 días, pero ese proceso no demora el mismo tiempo para el resto de los planetas. Cada uno sigue una trayectoria propia, conocido como eclíptica, y todos se mueven aproximadamente en el mismo plano. Además, su velocidad de traslación varía según su proximidad al Sol. Por ejemplo, los planetas más cercanos, como Mercurio y Venus, se mueven más rápido que aquellos más lejanos como Saturno o Neptuno.
Esa variación hace que, muy esporádicamente, se produzca una alineación planetaria. Esto es que algunos de los integrantes del sistema solar se agrupen en un mismo lado para formar una aparente línea recta. Es importante entender que esta alineación no significa que estén físicamente próximos, porque existen millones de kilómetros de distancia entre ellos.
Según explicó Sandro Villanova, investigador asociado del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), la magnitud de este evento está dada por la cantidad de planetas involucrados. En esta oportunidad se trata de una situación bastante inusual, porque son seis los astros que se reunirán: Marte, Júpiter, Urano, Neptuno, Venus y Saturno. En el caso de Mercurio, estará al otro lado del Sol y no se sumará a esta danza planetaria.
“Los planetas orbitan aproximadamente en el mismo plano, y en esa fecha estarán ubicados en la misma parte del cielo y alineados en una línea recta, inclinada con respecto al horizonte. La inclinación dependerá de la latitud del observador. La alineación se verá en la tarde mirando una franja que va desde el noreste al noroeste, al ponerse el Sol, y durará varios días, aunque el 21 de enero tendrá mayor notoriedad. La alineación será visible desde las 21:30 hasta las 22:30 aproximadamente, dependiendo de la latitud. A principios de febrero, la Luna también se unirá a esta alineación”, explicó el también director del Departamento de Astronomía de la Universidad de Concepción.
Cuatro de estos planetas (Marte, Júpiter, Venus y Saturno) serán visibles sin necesidad de equipos especiales. Sin embargo, para observar Urano y Neptuno, hay que usar un telescopio o un binocular. “Además, estos equipos pueden ser útiles si uno quiere ver los detalles de los planetas, como las lunas de Júpiter, los anillos de Saturno o la fase de Venus”, agregó el investigador.
Hay que tener en cuenta que edificios altos o montañas cercanas podrían ocultar los planetas de la vista, ya que algunos estarán muy bajos en el horizonte. Una opción para guiarse es utilizar aplicaciones que se ofrecen para los smartphones como Starwalk o Stellarium, que podrían ser de gran ayuda para ubicarse en el cielo nocturno.