Complejas semanas enfrenta el país en materia de incendios forestales, marcadas a nivel nacional por la emergencia registrada en Viña del Mar antes de Navidad. En Biobío, la mayor crisis de la temporada es, a la fecha, el incendio que durante Año Nuevo destruyó más de 5 mil hectáreas en Santa Juana y Nacimiento.
En Nuestra Pauta, el presidente del Departamento de Prevención y Protección de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), Ramón Figueroa, sostuvo que la temporada comenzó más tarde de lo previsto, debido al aumento en las precipitaciones durante el invierno, pero que rápidamente surgieran incendios voraces y agresivos.
Una preocupación adicional en la región, afirmó, son los incendios con múltiples focos al inicio (como el registrado en Lebu este miércoles) y aquellos recurrentes, es decir, en los mismos sectores durante toda la temporada.
Respecto del trabajo para enfrentar estos siniestros, Figueroa explicó que tanto las empresas del sector como Conaf cuentan con centrales de detección de incendios y que la información se canaliza a través del organismo estatal. «Uno de los grandes aprendizajes de los incendios de 2017 fue que tenemos que trabajar las emergencias de manera conjunta para dar una mejor respuesta», afirmó.
En este sentido, el representante de Corma entregó más detalles acerca de los recursos humanos y tecnológicos destinados al combate de incendios: 60 aeronaves, 3 mil 600 brigadistas, satélites de detección y cámaras robot, entre otros.
Figueroa planteó que «es un costo altísimo y que podría ser mucho menor (…) Chile gasta 220 millones de dólares en combate de incendios y Argentina gasta 7. Yo no sé quién lo hace mejor, pero tenemos un problema grande con los incendios y depende exclusivamente de nosotros que lo podamos solucionar».
En Chile los incendios son casi en su totalidad provocados por las personas, por negligencia o intencionalidad. El aumento de estos últimos, apuntó el especialista, es la mayor preocupación de las autoridades y de los actores del sector.
Ramón Figueroa destacó especialmente el trabajo que en materia preventiva se desarrolla con las comunidades y en establecimientos educacionales aspirando a generar un cambio cultural. Finalmente, consultado sobre los incendios forestales intencionales, señaló que «tiene que actuar la justicia. Estos incendios no vienen del aire, son provocados por personas, por ciudadanos como nosotros, que tienen alguna motivación».
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