El ministro de Economía, Fomento y Turismo, Nicolás Grau Veloso volvió a referirse a la situación productiva del Biobío ante el anunciado fin de las operaciones de la siderúrgica Huachipato.

De hecho, aprovechó una cita empresarial en Chillán, agendada hace semanas, para coordinar una nueva reunión de trabajo en Biobío, esta vez con representantes de empresas que proveen servicios a Huachipato, para “transmitirles que son parte fundamental del plan de fortalecimiento económico” que el Gobierno busca implementar.

Asimismo, explicó el ministro, la instancia sirvió para conocer las características y detalles del trabajo que realizan estas empresas y las posibles planificaciones que algunas hayan podido ya realizar, principalmente en cuanto a la búsqueda de nuevos clientes.

El objetivo, señaló el ministro, es “construir en conjunto, en una asociación público-privada, una estrategia que permita evitar que el cierre de Huachipato redunde en el cierre de estas empresas”.

Grau agregó que en la reunión se conversó sobre “cómo organizar el trabajo que permita [al Gobierno] ayudar a hacer esa transición hacia nuevas demandas, de forma viable, para evitar el despido de trabajadores y trabajadoras”.

En cuanto a los plazos, el ministro de Economía indicó que “dentro de las próximas semanas” presentarán este plan, enmarcado en un paquete de medidas que permita “fortalecer la economía regional del Biobío”.

En ese sentido, agregó que la región “lleva décadas con un decaimiento de la industria”, por lo que ya se había comenzado un trabajo amplio para abordar estas materias, incluso antes de conocer el cierre de operaciones de Huachipato.

Sobre los desafíos prioritarios, y considerando las experiencias previas con trabajadores de Enacar y otras industrias que han cerrado en Biobío, el ministro de Economía señaló que lo principal es generar empleos de calidad.

Eso implica acelerar inversiones que puedan estar prontas a materializarse, preocuparse de la inversión pública y de estas empresas que son proveedoras de Huachipato”, comentó.

Otro desafío es involucrar a diferentes actores, incluido el propio Grupo CAP, por ejemplo, en lo que se refiere al terreno que quedará inutilizado y que podría servir para otro tipo de desarrollos.

Por último, indicó el secretario de Estado, es importante que se generen diálogos a nivel ciudadano y social, con el mundo público, privado, sindical y académico “para salir airosos de este complejo escenario”.

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