En entrevista con Nuestra Pauta, la Dra. Paulina Astroza, abogada experta en derecho internacional y académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales UdeC, se refirió a los principales alcances del conflicto que enfrenta a Rusia y Ucrania.
La Dra. Astroza comenzó señalando que a partir de lo sucedido en anteriores intervenciones militares de Rusia a territorios como Chechenia o Georgia, se pensaba que la operación militar en Ucrania sería una incursión rápida, violenta y donde el gobierno ruso conseguiría tomar el control en el corto plazo.
En este sentido, manifestó que los principales elementos que han sorprendido son la resistencia ucraniana, pese a la asimetría entre ambas fuerzas; y el apoyo internacional, expresado principalmente en las sanciones económicas a Rusia, en la entrega de material bélico a Ucrania y en el reforzamiento de la presencia militar en países vecinos.
Otro aspecto de interés es el eventual impacto que las sanciones internacionales podrían provocar en el pueblo ruso. Sumadas a la devaluación del rublo, decisiones como la suspensión del GP de Fórmula 1 en la ciudad de Sochi o la expulsión de los equipos de fútbol de ese país de las competencias internacionales y de los representantes rusos en el festival de música Eurovision, podrían generar un escenario inesperado para el régimen de Putin.
La especialista se refirió además a la disputa mediática asociada a este conflicto, señalando que los medios estatales rusos y su propaganda no habrían «preparado a la población para lo que iba a pasar», mientras que desde Ucrania, el presidente Volodimir Zelenski ha utilizado su experiencia como actor y figura televisiva para emitir mensajes que «aumentan la moral de los ciudadanos».
Finalmente, y consultada sobre las negociaciones en Bielorrusia entre representantes de ambos países, la académica se declaró «escéptica» respecto de su éxito. «No sé cuál es el margen de maniobra que tiene Zelenski para negociar, porque el conflicto, más allá de Rusia y Ucrania, es entre Rusia, Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea (…) No va a haber una salida política mientras no estén interviniendo en esas negociaciones las grandes potencias«.
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