Biobío ya conoce el Plan de Fortalecimiento de la Industria y tras la presentación de este en la UdeC, distintos actores evaluaron las 32 medidas anunciadas por el ministro Nicolás Grau, valorando el resultado del diálogo al alero de la Mesa por la defensa del empleo regional y planteando puntos que, a su juicio, faltó por considerar.
“No estamos solos”
Un lugar destacado en este proceso tuvieron los presidentes de los sindicatos de trabajadores y trabajadoras de la Siderúrgica Huachipato, Héctor Medina y Fernando Orellana.
Medina, titular del Sindicato N°1, planteó que es un “momento difícil para el país, la región y los trabajadores de Huachipato y las empresas contratistas”. Asimismo, agradeció los gestos transversales de las autoridades políticas que han respaldado a la comunidad.
Respecto de los objetivos para el mediano plazo, el histórico dirigente huachipatino relevó la idea del Plan Nacional de Acero Verde 2030, que permitirá retomar la producción acerera en el país, “ya que Chile no se puede permitir no tener una siderúrgica”.
Una visión similar planteó Orellana, presidente del Sindicato N°2, quien declaró que “no nos podemos quedar dependiendo del acero que venga del extranjero”.
“Estamos todos aquí y eso me da fuerza para decirle a mis compañeros que no estamos solos, que ellos (las autoridades) nos van a ayudar”, agregó el líder sindical.
Acciones concretas y mirada a largo plazo
El alcalde de Talcahuano, Henry Campos, aseguró que “hay que mirar el vaso medio lleno”, pero planteó la necesidad de acciones destinadas a impulsar las obras de infraestructura. Más que una priorización a nivel de ministerios, se requiere la “prioridad presidencial” para concretar anhelados proyectos, como la modernización de la Ruta Interportuaria o la Autopista Concepción-Talcahuano.
Campos abordó otro de los anhelos de la comunidad de Talcahuano que aparece destacado en este plan, el impulso a Asmar en el contexto de la Política Nacional de Construcción Naval.
En tanto, el senador Gastón Saavedra, aseguró que la región vive “el cierre de una etapa productiva y la idea es abrir un nuevo capítulo”.
Asimismo, el parlamentario socialista se refirió a la necesidad de promover la inversión y emplazó a CAP, controladora de Huachipato, a una “actitud distinta, en aras de 70 años en los que acumularon riqueza y al final del día nos dejan en pobreza”.
El legislador sostuvo que “estas son las preocupaciones que tenemos que tener todos quienes estamos en política” y lamentó que los actuales candidatos al Gobierno Regional y a los distintos municipios no aborden estos desafíos en la discusión pública.
La misma crítica fue planteada por el diputado Eric Aedo, quien indicó que “yo esperaba ver a los candidatos a gobernador regional acá y no vi a ninguno, era obvio que tenían que estar”.
El democratacristiano aseguró que el plan dado a conocer se hace cargo “de manera acotada de la crisis productiva” y afirmó que esta región “ha sido excesivamente burocrática, ha alejado la inversión privada y en eso tiene un rol el gobierno”. En esta línea, criticó “la falta de ambición” y el impulso de proyectos “que tuvieron mucha resistencia en las comunidades”, como la minería de tierras raras y GNL Penco-Lirquén.
Cambio de paradigma
Los gremios empresariales también estuvieron presentes en el anuncio de este plan. Carolina Parada, gerenta general del Instituto Regional de Administración de Empresas (Irade), valoró el “ejercicio muy interesante de recoger diversas visiones en torno al desarrollo productivo y económico de nuestra región, con un enfoque claro en la industria”.
Junto con profundizar en el alcance de los anuncios para el sector forestal, Alejandro Casagrande, presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma) Biobío-Ñuble, afirmó que el plan “es importante para una región que está viviendo una situación compleja, que está afectando a miles de trabajadores de diferentes sectores”.
Ronald Ruf, gerente general de la Cámara de la Producción y del Comercio (CPC) Biobío, destacó el “voto de confianza mutuo” entre trabajadores y empresarios y agradeció el impulso de la autoridad.
Finalmente, Macarena Cepeda, presidenta de Asipes, valoró el reconocimiento a la pesquería del jurel, pero lamentó que no fuera acogida la propuesta de retomar la captura industrial de jibia, lo que permitiría generar cerca de 1.400 puestos de trabajo en el corto plazo según los cálculos del sector.
Desde el mundo privado plantearon que las etapas que vienen son claves tanto para el desarrollo en profundidad de cada una de las acciones a seguir, como de la gobernanza del plan, que se realizará a través de la Corporación Desarrolla Biobío, lo que permitirá realizar un adecuado seguimiento de las “buenas intenciones” y que se traduzcan en acciones concretas y plazos acotados.