Por: Nivaldo Piñaleo Llaulén, alcalde de Alto Biobío.
Como alcalde de Alto Biobío y como peñi pewenche, rechazo profundamente la declaración de estado de excepción constitucional, por parte del Presidente Piñera, en las Provincias de Biobío, Arauco, Malleco y Cautín, ya que es como intentar apagar un incendio con bencina y sólo aumentará la violencia.
El Gobierno, el Estado y el Presidente Piñera no han entendido que este es un conflicto político profundo, que se inicia con la invasión de los grandes terratenientes y del Estado chileno a Wallmapu, y que continuará mientras existamos, porque nuestra nación tiene memoria histórica y se proyecta hacia el futuro.
Esta acción más bien parece una cortina de humo para distraer a la opinión pública de los escandalosos hechos de corrupción, como el caso Dominga y los Pandora Papers, donde el Presidente Piñera y sus cercanos nuevamente anteponen los intereses personales a los del país.
Le propongo al presidente que solucione el abandono estatal en el que está Alto Biobío, que solucione problemas reales, como la falta de agua, tierra, electricidad, caminos, salud, educación; que se avance en derechos territoriales, colectivos, culturales, económicos y sociales de los pueblos indígenas.
Verán que resolviendo eso, los equilibrios se restituirán y la sociedad será más justa.