La contingencia derivada del estallido social y la extensa situación de emergencia sanitaria a raíz de la pandemia por contagios de COVID-19, han puesto trabas al desarrollo de diversas iniciativas de investigación científica en el país. En ese contexto, tres iniciativas financiados desde la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Concepción han debido adaptarse a las condiciones para seguir adelante.
Es el caso del Programa de Ciencia Antártica y Subantártica, PCAS, dirigido por la investigadora Marely Cuba Díaz. “El programa se creó oficialmente en junio de 2019, con investigadores de facultades de los tres campus de la UdeC. Muchos de ellos ya estaban participando en la organización de la COP25, y otros, que estábamos organizando los simposios del IX Congreso de Investigación Chilena Antártica que fue en octubre de ese año. Días después ocurrió el estallido social, se suspendió la COP25 y vino toda la situación. Cuando ya estábamos organizados en enero de 2020 para comenzar en marzo, con varios eventos y compromisos que habíamos adquirido, vino la pandemia”, cuenta la Doctora en Bioquímica, docente del Departamento de Ciencias y Tecnología Vegetal de la Escuela de Ciencias y Tecnología del Campus Los Ángeles de la UdeC.
“En estricto rigor, como programa se nos ha complicado bastante el avance y, sobre todo, el cumplimento de ciertos objetivos de la primera etapa que correspondía a la constitución y despegue”, explica la académica, quien destaca que PCAS es heredero de una extensa tradición de investigación científicas en temas asociados a la Antártida impulsados desde la UdeC. “Por años ha sido una universidad que se ha destacado muchísimo, no sólo en cantidad y calidad de la investigación relacionada con áreas antártica y subantártica, sino también en diferentes áreas del conocimiento”, enfatiza la Dra. Cuba, quien señala la historia permanente de investigación amplia y reconocida tanto en el ámbito nacional como internacional de la casa de estudios.
“Entre nuestros colegas, algunos incluso ya jubilados, siempre estuvo el sueño de conformar un grupo que permitiera centrar la investigación antártica, lo que no es fácil, por la cantidad de áreas del conocimiento que están ligadas. Nuestro objetivo es enfocar esta investigación de una manera multidisciplinaria e interdisciplinaria, porque hay fenómenos que pueden comprenderse mejor si se estudian de esta manera”, señaló la investigadora.
Esta dinámica entre investigadores de diversas áreas del conocimiento se ha visto reemplazada, por las restricciones sanitarias, por interacciones importantes de pequeños grupos al interior del programa, que han generado y adjudicado proyectos de distinta índole. Por desgracia, investigadores de áreas como zoología o biología marina, ecología vegetal o ciencias ambientales, se han unido a proyectos sobre otros temas, al no poder impulsarlos como propuestas del PCAS. “Este es un grupo muy grande, somos alrededor de sesenta investigadores divididos en cinco grandes áreas que a su vez también se subdividen”, explica Cuba. “Una de las preguntas que nos planteamos al crear el programa es cómo abordar desde las diferentes especialidades los cambios que se están registrando en la Antártica; cambios, no sólo desde el punto de vista de cambio climático y las respuestas de las especies que allí viven, sino también la presión antrópica que se está viviendo, sin perder la conexión entre esto y una escala mucho mayor, incluso, global”, destaca.
Para los próximos meses, el desafío es la organización del X Congreso Chileno de Ciencia Antártica, en el contexto del PCAS, que se realizará en octubre. “Está proyectado que sea online, tenemos conformado el comité organizador, hemos enviado las invitaciones para los simposios que tenemos comprometidos y durante ésta y la siguiente semana, esperamos enviar la primera circular y realizar el lanzamiento del sitio web del evento”, detalla la académica. “Fue una coincidencia el hecho de que nos tocara la organización de este congreso justo cuando estamos implementando nuestro programa”. “Por tanto”, concluye la directora de PCAS, “a pesar de las dificultades y todo lo que nos ha ocurrido a todos los académicos de la UdeC, en cuanto al cambio de paradigma para llevar a cabo nuestros procesos de enseñanza, hemos seguido avanzando en la medida de nuestras posibilidades”, enfatiza la Dra. Cuba.
Una mirada asociativa para los desafíos de América Latina
Una dinámica distinta ha tenido el Programa Ciencia, Desarrollo y Sociedad en América Latina, Cidesal, bajo la dirección de la Dra. Noelia Carrasco Henríquez. “Con los avances logrados hasta ahora, Cidesal ha sentado las bases para levantar una propuesta de investigación asociativa que integre los aportes que hoy se están haciendo con los desafíos que presenta el medio y los territorios en materia de desarrollo”, explica la académica de la Facultad de Humanidades y Arte UdeC.
En el mismo sentido, la Dra. Carrasco cuenta que Cidesal se ha transformado en una plataforma para el encuentro entre investigadores, el trabajo conjunto y la elaboración de una propuesta asociativa. La doctora en Antropología Social y Cultural de la Universitat Autonoma de Barcelona destaca que los avances se han visto en términos de formación de capital humano, “desarrollando un programa de tesis, tanto el primer como el segundo año de la ejecución y, además, ofreciendo una asignatura de postgrado abierta a todos los programas de la universidad, espacios en los cuales pudimos abordar los compromisos en materia de formación en investigación en los temas de desarrollo en América Latina”.
“Los desafíos y las preguntas sobre los procesos de desarrollo en América Latina no son exclusivas de ninguna disciplina, sino que son transversales, por lo que los debates que podemos abrir están disponibles para distintas miradas disciplinares e inquietudes de las ciencias desde los distintos
ámbitos”, explica la académica, quien destaca de este periodo el establecimiento de redes “con distintos centros e investigadores que fueron invitados al programa durante el año y, también la participación de investigadores/as de Cidesal en espacios nacionales e internacionales”. A través de la investigación y la formación de capital humano, se espera poder seguir potenciando este ámbito en la agenda futura.
Capital humano para el futuro de la ciencia en salud mental
Finalmente, el director del Programa de Neurociencia, Psiquiatría y Salud Mental, Nepsam, Dr. Luis Aguayo Hernández, explica que, transcurrido el primer año de implementación de la iniciativa “el grupo de investigadores ya reconoce sus fortalezas y debilidades y puede plantearse sus proyecciones, a través de un estudio estratégico, estableciendo que es muy importante aumentar la productividad en relación a nuevas publicaciones y nuevos proyectos, además de la difusión y eso va a ser un gran foco de trabajo durante este año, considerando que vamos a estar todavía en pandemia”.
El doctor en Farmacología de la Universidad de Baltimore EE.UU. y docente del Departamento de Fisiología de la Facultad de Ciencias Biológicas UdeC, señala que también es un desafío para el grupo “fortalecer a los investigadores e investigadoras jóvenes, entendiendo que están insertos en una institución académica y deben ir integrándose a grupos de investigación, haciéndose permanentemente más productivos(as) y competitivos(as), por lo que vamos a estar trabajando con ellos(as) para estimularlos en ese sentido”.
Aguayo detalla que otro frente en que se desarrollará un trabajo importante en los próximos meses es el de las asesorías en metodologías requeridas en esta disciplina. “Debemos ser capaces de darle asesoría a nuestros investigadores más jóvenes en ellas, y, además, de metodologías, también se recomienda un trabajo en temas como la ética. Para realizar investigación en seres humanos, se requiere tener estos códigos, y eso, a veces, enlentece los procesos”, indicó. Para el docente, otro desafío en esta etapa del programa, es la necesidad de publicar en revistas científicas especializadas, que exigen trabajos en inglés “y tiene que ser un inglés técnicamente correcto”, manifestó.
Todas estas acciones apuntan, afirma Aguayo, a la consecución de un objetivo “que es tener un grupo de investigadores(as) que nos permita postular y adjudicarnos un proyecto de investigación de investigación multidisciplinaria en temas de salud mental, como envejecimiento, estrés, adicciones, entre otros, que son pertinentes y de interés, abarcando desde los elementos básicos hasta los más clínicos como un tema a desarrollar en un proyecto mucho más avanzado y competitivo”.
Fuente: VRID UdeC.