“Sé cómo se desempeñan, cuáles son las condiciones, los salarios y la involución que ha tenido el trato a los trabajadores desde el año 80 hasta ahora”, dice la Dra. Ximena Valdés sobre el diagnóstico que ha realizado a partir de sus investigaciones centradas en la realidad laboral de temporeros, temporeras y jornaleros de la fruta.
La académica –que ha participado como autora, coautora y editora de 23 libros–, fue elegida por la Sociedad Chilena de Ciencias Geográficas para recibir el Premio Nacional de Geografía 2023, como reconocimiento a su trayectoria y aportes a la disciplina.
Según la investigadora, la precariedad laboral de empleados y empleadas agrícolas no es un fenómeno exclusivo de nuestro país, sino que más bien se trata de un proceso global.
El VIII Censo agropecuario y forestal de la temporada agrícola 2020-2021 es uno de los instrumentos que confirma las conclusiones de Valdés. Según el documento, en Chile hay un millón 200 mil trabajadores agrícolas siendo la mitad temporeros y, de ese grupo el 50% son mujeres, de las que sólo el 30% tiene contrato.
El mismo estudio agrega que el trabajo temporal agrícola es la segunda área de trabajo que más empleos genera después de la minería o el comercio en el país.
“Mujeres, indígenas y migrantes son las personas más afectadas por estas precariedades”, dice la geógrafa, lo que contribuiría a aumentar la vulnerabilidad en dichas poblaciones.
La docente de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano agrega que temporeros y temporeras “no tienen derecho a sindicalización ni a negociación colectiva y llevamos años sin avances”, destacando que hay organizaciones que han intentado mitigar el problema, sin obtener resultados.
Sobre la realidad de cada una de las regiones, Valdés expresa que ninguna está libre de la precariedad, debido a que “se ha extendido hasta el sur con la fruticultura que avanza por el contexto de cambio climático”.
Foto: Noticias UdeC.