Tras la resolución del Senado, que envió el proyecto de matrimonio igualitario a una comisión mixta, en Nuestra Pauta conversamos con Juan Pablo Ciudad Pérez, abogado constitucionalista, académico de la Universidad de Santiago de Chile y dirigente del Movimiento por la Diversidad Sexual y de Género MUMS Chile.
El especialista en temas de Derechos Humanos y No Discriminación valoró la discusión del proyecto en el Congreso, sobre todo tras el llamado de organismos internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a legislar sobre estos temas como garantías estatales.
Uno de los aspectos que tendrá que abordar la Comisión Mixta, citada para el lunes 06 de diciembre, tiene relación con una norma introducida por los diputados y diputadas sobre reproducción humana asistida que, según detalló el senador Pedro Araya, «podría abrir la puerta a los vientres de alquiler«, asunto que se pretende abordar en una iniciativa distinta.
En ese sentido, el dirigente de Mums Chile, manifestó que debiese haber luz verde para este asunto, «porque se trata de que todas las parejas puedan ejercer los mismos derechos«.
Cabe señalar que también se incorporaron normas al Código del Trabajo que no estaban consideradas previamente y otras sobre eliminación de causales de divorcio, asuntos que deberá discutir la Comisión Mixta.
Otras urgencias
Para Juan Pablo Ciudad, el matrimonio es una norma básica, pues se trata de un principio general de igualdad en materia civil.
De hecho, en el contexto latinoamericano son varios los países que lo consideran, como Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Uruguay. Incluso, explica el abogado, en otros países también se está discutiendo y en otros se ha intentado practicar este derecho por vía judicial.
Sin embargo, para el dirigente de Mums Chile existen otras necesidades vitales, más urgentes que el matrimonio igualitario.
En ese sentido, mencionó como ejemplo que desde el estallido social se han triplicado los crímenes de odio hacia las personas de las disidencias sexuales y que la esperanza de vida de una mujer trans en Chile es de apenas 36 años.
Finalmente, Juan Pablo Ciudad señaló que como sociedad tenemos muchas necesidades, sin embargo éstas se agudizan en las disidencias y diversidades de género.
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