Desafíos, complejidades y aprendizajes son algunos de los conceptos predominantes en la evaluación que la Delegada Presidencial Regional, Daniela Dresdner Vicencio, realizó del primer año de gobierno del Presidente Gabriel Boric y su equipo. Los efectos de la pandemia de Covid-19, la situación de la Macrozona Sur, el aumento de los delitos violentos y de la percepción de inseguridad en la ciudadanía y el alza en el costo de la vida han marcado el último periodo y han obligado a «un trabajo de manera directa, escuchando a la ciudadanía, haciendo todas las modificaciones necesarias, todos los ajustes al programa de gobierno, pero sin dejar de lado su fondo».
En conversación con Nuestra Pauta, la autoridad política recalcó que a nivel regional «ha sido un año complejo» por distintas razones, pero que «me enorgullece el trabajo que hemos hecho, porque siento que hemos avanzado en las cosas que a la gente le preocupan realmente».
Dresdner afirmó que una de las fortalezas de la actual administración pasa por «escuchar lo que la gente está diciendo y pidiendo y mantener la conexión territorial constante con las personas», lo que se traduce, por ejemplo, en la aplicación del estado de excepción constitucional de emergencia en las provincias de Arauco y Biobío.
Más allá de los reparos ante el «giro» manifestado por el Ejecutivo, aseguró que hay que «escuchar las demandas y reaccionar de acuerdo a estas».
Coordinación política
Consultada sobre la evaluación del gabinete regional, que ha recibido críticas de distintos actores del mundo político del Biobío, la delegada presidencial reconoció dificultades en el proceso de instalación, pero destacó los avances en los últimos meses e indicó que «lo que importa no es el nombre de la persona que ocupa el cargo, lo que importa es el trabajo que la persona está haciendo».
En esta línea, destacó especialmente la labor de las y los representantes ministeriales durante la emergencia de los incendios forestales y el rol que cumplirán en el proceso de reconstrucción.
Otro tema al que se refirió la autoridad fue la convivencia entre Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático. Más allá de los roces en torno a eventuales tensiones entre ambos bloques, manifestó que «quizás esta es una discusión que se da más en los grupos que no están trabajando directamente en el gobierno, porque en toda la gente con la que estamos trabajando constantemente, la verdad es que esto no es un tema (…) Estamos acá para cumplir con las demandas y las necesidades de la ciudadanía y avanzar en que la gente tenga una mejor calidad de vida».
Respecto de la oposición, cuyos representantes en el Congreso son mayoritarios en el Biobío -el oficialismo cuenta formalmente con un senador y dos diputadas-, Dresdner valoró «el amor profundo y sincero por la región y por cubrir y avanzar en las necesidades de su gente» como un sentimiento común entre todos los dirigentes políticos de la zona, lo que ha facilitado un diálogo fluido «más allá de las peleas políticas chicas».
Desafíos
En el marco del último cambio de gabinete, el Presidente Boric planteó la necesidad de «mejorar la capacidad de respuesta y gestión» durante el segundo año de gobierno, un 2023 que en la Región del Biobío estará marcado, además de los temas económicos y de seguridad, por el proceso de reconstrucción tras los incendios forestales y por la urgencia de avanzar en obras de infraestructura.
A juicio de la delegada Dresdner, la crisis provocada por los incendios y su impacto en el sector forestal, uno de los ejes económicos de la región, reabre la conversación en torno a la matriz productiva regional y su diversificación.
Sobre seguridad, recalcó que el compromiso del Ejecutivo es «no dejarlo de lado» y que la recuperación de espacios públicos y el combate al crimen organizado son las prioridades.
Entre las distintas tareas, la autoridad política profundizó en la necesidad de dar solución a los problemas de congestión que se viven no sólo en la Provincia de Concepción. Para esto, aseguró que «el transporte público tiene que ser un pilar de desarrollo», en paralelo a la concreción de obras que tienen al menos una década de retraso.
Finalmente, Daniela Dresdner reiteró que «escuchar a la ciudadanía no es algo de un momento, es constante con este gobierno. Vamos a seguir haciendo ese trabajo y profundizarlo si es necesario (…) Si nuevamente hay que cambiar de rumbo respecto de las políticas que estamos tomando, también lo vamos a hacer si la ciudadanía así lo considera necesario. Eso también es parte del desafío».
Revisa la entrevista completa con Daniela Dresdner, Delegada Presidencial de la Región del Biobío: