Al comienzo de la época de cosecha de fruta de temporada, gremios y Gobierno coincidieron en que, al igual que el 2023, serían unos 2 mil extranjeros los que podrían llegar al Biobío debido a la necesaria mano de obra que produjo la migración del campo a la ciudad de jóvenes y el envejecimiento de la población.
Ahora bien, las posiciones se distancian debido a la crítica del gremio frutícola del Biobío a raíz de las demoras en la entrega de visas temporales para migrantes y por consiguiente, su retraso en la llegada a las temporadas de cosecha.
Dicha visa temporal, se enmarca en el tratado de Mercosur, que en el caso de Chile y Bolivia existe un acuerdo bilateral donde, con la previa solicitud en el país de origen puede solicitarse la “Visa Mercosur”, que además de ser gratis para ambas naciones, permite la estadía foránea durante seis meses en el país.
En este caso, en Chile y particularmente en el Biobío, se ha levantado una crítica que lleva más de 5 meses en vilo. Se trata de la demora en la entrega del permiso, que según Miguel Canala-Echeverría, gerente general de Frutas de Chile, estos trabajadores “deben esperar la visa tres meses o más, es decir, la obtienen cuando el trabajo para el cual la solicitaban ya ha terminado”, afirmó en un medio nacional.
Gremios del Biobío
Esta crítica también se hace presente en el Biobío, desde donde se exporta mayoritariamente cereza y arándano en esta época; productos fundamentales de las cifras de exportación de la región.
José Miguel Stegmeier, presidente de la Sociedad Agrícola del Biobío (Socabio), aseveró que “es urgente agilizar todo lo referente a la visa de trabajo temporal, cosa que con Bolivia tiene un protocolo especial, pero que muchas veces por, temas burocráticos, el obtener esa visa se retrasa y no logran ingresar a tiempo para realizar las correspondientes faenas”.
Además, el líder gremial manifestó que “el Estado requiere modernizarse y entender mejor las necesidades de los privados. (…) Es un hecho que nos falta gente para esas labores, como también es un hecho el que el Estado no ha sido capaz de regular adecuadamente este fenómeno mundial, que es la migración desde países que no son capaces de darles mejor calidad de vida y bienestar a sus habitantes”.
Es que para el gremio agro, el mayor problema radica en la demora de los trámites burocráticos de parte de los servicios del Estado y vinculan este atraso, con un aumento de la irregularidad en el trabajo frutícola.
“No contar con suficiente fuerza de trabajo a tiempo es fatal, particularmente para nuestra fruticultura. Lo que falta es mayor agilidad en los procesos regulares de incorporación de mano de obra extranjera, a raíz de esta faltante tenemos irregularidades en esto… y esto es precisamente porque no hay suficientes trabajadores locales para satisfacer estas necesidades de cosecha de carácter temporal”, concluyó Stegmeier.
Desde una línea similar, el presidente de la Asociación Gremial de Productores de Berries de Biobío (Aproberries), Francisco Novales, aseveró que “a pesar de que los extranjeros llegan con sus visas de trabajo, hace falta más mano de obra en las cosechas; sería ideal que también se implemente lo de las visas temporales para por ejemplo, Perú”.
Asimismo, el presidente de Aproberries Biobío, manifestó su preocupación por la demora en la entrega de las visas de trabajo y además, consideró que “a diferencia de otros países como Alemania, donde las normas laborales son más flexibles, en Chile no se puede superar las dos horas extras diarias en las cosechas de fruta. Eso muchas veces significa la pérdida en la calidad o condición por diversos factores como la madurez, olas de calor, lluvias, etc”.
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