La Corporación La Esperanza, una organización sin fines de lucro que ayuda a personas a salir del círculo vicioso de la adicción y las ayuda a reinsertarse en la sociedad a través de programas gratuitos, manifestó su preocupación por las cifras reveladas en la última encuesta SENDA sobre consumo de drogas a nivel nacional, en el contexto del Mes de la Prevención del Consumo de Drogas.
La encuesta, dada a conocer el pasado 9 de junio, dio a conocer un aumento significativo en la ingesta de medicamentos sin receta médica, a raíz del estrés, ansiedad y depresión que genera la actual situación sanitaria.
A la luz de estas cifras, la Directora Ejecutiva de la Corporación, Ana Luisa Jouanne, quien suma más de 20 años de experiencia en el tratamiento de rehabilitación contra las drogas, afirma que “revisando los datos de la encuesta, podemos identificar un patrón común en las respuestas entregadas y es que existe un claro deterioro en la salud mental de los chilenos tras 18 meses de confinamiento. Desde la Corporación La Esperanza hacemos un llamado a las autoridades a revisar este tema; actualmente Chile realiza una inversión de un 2% del PIB en salud mental, cifra mucho menor al mínimo del 5% sugerido por la OMS, y no aumentar esa cifra en estas condiciones podría llegar a ser muy contraproducente”.
Por su parte, el psicólogo experto en drogodependencias, Julio Figueroa, explica que el aumento de la automedicación con benzodiacepinas (tranquilizantes y pastillas para dormir), está relacionado con un mercado ilegal al alza que se ve presente en las ferias libres sin control alguno y que representa uno de los aumentos más significativos en la última encuesta SENDA.
Eso se condice con las cifras entregadas por parte de la PDI sobre la incautación de drogas, la cual ha aumentado en los últimos 10 años de 2.000 a 1.500.000 dosis.
Juventud, divino tesoro
Ana Luisa Jouanne advierte que es engañoso leer la encuesta únicamente desde la perspectiva de una baja en el consumo de alcohol, ya que “Chile venía siendo uno de los países de mayor consumo de bebidas alcohólicas a nivel mundial y esto representaría simplemente una manifestación de menores espacios para ello, dado que es una droga de ingesta social”.
“Nos hemos acostumbrado a asociar el carrete con el alcohol: sin copete no hay diversión. Ahora los chilenos estamos confinados y sin muchos motivos para celebrar, pero hay que tener en cuenta que una vez venzamos la crisis de la pandemia, va a venir una etapa de euforia y destape a la que vamos a llegar con una mala situación de salud mental, y eso puede acarrear mayores problemas de consumo, no sólo de alcohol, sino de drogas combinadas, generando otra crisis sanitaria post pandemia asociada al consumo de drogas”, destaca Jouanne.
Por su parte, Julio Figueroa destaca que “estamos en un momento crucial para la definición del futuro del país. Existe un flagelo a la hora buscar en estados alterados de conciencia el sentido de vida o mecanismos de gratificación desde muy temprana edad, que es lo que actualmente genera la demanda de consumo de drogas en menores en Chile. Las autoridades tienen la posibilidad de cambiar el curso de los hábitos de consumo que se han gestado durante años, ya que hasta ahora hemos liderado el consumo de estupefacientes y otras drogas en menores de edad. ¿Qué futuro les dejaremos a nuestros niños? ¿El actual o uno mejor?”.
Sobre Corporación La Esperanza
La Esperanza es una ONG que trabaja hace 25 años en rehabilitar y reinsertar en la sociedad a hombres, mujeres y recién nacidos afectados por la droga. Personas que son parte de la población más vulnerable de Chile, en la que se junta el dolor, la pobreza y la desesperanza. Muchos quieren ponerle un fin a su adicción y piden una oportunidad.
También se ocupa de hacer prevención del consumo en escolares y adultos y de influir en políticas públicas tendientes a disminuir la demanda de la droga y a incorporar éste como uno de los problemas más importantes de la agenda pública y privada, que requiere una solución intersectorial.