“Ante la crisis del sector: un llamado a la acción” fue el título de la asamblea extraordinaria convocada por la Corporación Chilena de la Madera (Corma) y que reunió a sus asociados en el Centro Español de Concepción. El encuentro, que contó con la presencia de dirigentes gremiales, autoridades políticas y representantes del empresariado y la academia, buscó visibilizar la compleja situación de la industria y definir medidas hacia el futuro.

Juan José Ugarte (en la foto), presidente nacional de Corma, destacó la respuesta transversal ante el llamado del gremio y sostuvo que “la crisis que atraviesa el sector forestal es una crisis del país, que afecta al empleo en las comunas, al desarrollo en las regiones, a nuestra agenda de sostenibilidad”. Ante esta situación, recalcó que “tenemos que ser capaces de dar inicio a un nuevo ciclo forestal”.

Reducción de superficie de plantaciones, disminución en el aporte al PIB y pérdida de empleos son algunos de los mayores problemas del sector forestal, los que principalmente afectan a pequeños productores. El sentido de urgencia es clave, aseguró el líder gremial, ya que de lo contrario, “la mitad de quienes asisten a esta asamblea no estarán el próximo año”.

Ugarte entregó además las cifras del impacto de los incendios forestales, los atentados y el robo de madera, complejidades que se han acentuado en la última década. No obstante, destacó los “avances sustantivos” logrados en seguridad “cuando nos unimos con voluntad y compartimos objetivos”.

El dirigente forestal profundizó en la necesidad de ser más competitivos, especialmente ante países como Brasil, Colombia y Uruguay.

Respecto de la relación con el Ejecutivo, valoró el “importante cambio de tono al acercarnos a la pregunta sobre el futuro forestal para Chile. El Presidente de la República destacó como desafío avanzar en el litio, en el hidrógeno verde, pero también en los productos forestales”.

También participó de la actividad la presidenta de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Rosario Navarro, quien llamó a “levantar la mirada y ver el beneficio que significa tener industrias robustas como la industria forestal en Chile”.

Navarro comentó además el avance de las iniciativas destinadas a recuperar el crecimiento de la economía. En particular, relevó una eventual rebaja al impuesto de primera categoría y, especialmente, la necesidad de consolidar la reforma al sistema de permisos, que permitiría “despertar en otro país, donde la inversión vuelva a sostenerse”.

El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Antonio Walker, destacó la importancia del sector forestal y afirmó que “la producción de alimentos y la producción de madera en Chile tienen que ir de la mano para desarrollar las regiones y mejorar la calidad de vida de mucha gente”.

Walker invitó a dejar de lado “mitos y prejuicios” y a discutir desde la evaluación técnica y científica.

Nuevas políticas públicas

En el encuentro, el economista Gonzalo Sanhueza dio a conocer el estudio realizado por la consultora Econsult sobre los impactos de la crisis forestal en las economías regionales y locales, y un conjunto de propuestas y caminos para su reactivación.

Sanhueza sostuvo que, como en toda crisis, el actual contexto ofrece oportunidades de cambio. Entre las principales iniciativas que proponen, indicó, está fomentar la recuperación de las hectáreas quemadas de pequeños y medianos propietarios en las temporadas de incendios y la forestación de un millón de hectáreas para 2050 con el objetivo de dar respuesta a las metas de carbono neutralidad.

Algunas las medidas sugeridas por el gremio forestal, son modificar el proyecto de ley para fortalecer la prevención, combate, investigación y reforestación de las hectáreas quemadas en incendios forestales, reforzar los mecanismos de conservación y manejo sustentable del bosque nativo, disminuir el costo de los seguros para pequeños y medianos propietarios forestales, eximir ―bajo requisitos― de impuestos territoriales a pequeños y medianos propietarios beneficiados por el programa de forestación, alcanzar un 35% de las construcciones con estructura de madera al 2050 y mejorar los estándares de medición y parámetros claves para determinar las emisiones y captura de CO2.