“El agua en la nueva Constitución: Las cinco voces de Ñuble” fue el título del conversatorio web organizado por la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción (FIAUdeC) y que reunió a los cinco constituyentes electos en la región.
Carolina Sepúlveda, Margarita Letelier, Martín Arrau, Felipe Harboe y César Uribe intercambiaron visiones respecto del estatus del agua en la futura Constitución Política de Chile, tema que se prevé como una de las principales discusiones en el marco de la elaboración de una nueva carta magna.
Desde FIAUdeC resaltaron la importancia de contribuir a un diálogo informado, en particular en torno a temas como el acceso al agua y sus derechos de uso.
Martín Arrau (UDI) fue el primer constituyente en intervenir. A su juicio, es necesario fortalecer la infraestructura hídrica y mantener un «equilibrio entre lo público y las personas». El ex intendente fue crítico de la gestión del estado en materia hídrica y apuntó a la necesidad de unificar los servicios relacionados a este tema, fijando «criterios de eficiencia».
Arrau indicó además que es necesario «dar certezas en el largo plazo» a quienes tienen en la actualidad derechos de agua, para que puedan desarrollar las obras de infraestructura, y criticó a quienes han impulsado el «populismo en materia hídrica».
Para Carolina Sepúlveda (Independientes de Ñuble por la Nueva Constitución), en tanto, es primordial que la nueva Constitución «establezca el derecho al agua con prioridad en las personas», partiendo por el consumo humano y la pequeña agricultura, dejando para el final a los grandes empresarios del rubro y a la industria minera.
La constituyente planteó como fundamental contar con información transparente sobre el manejo del recurso antes de tomar decisiones y reiteró el llamado a impulsar proyectos para desalar y desalinizar agua, en el actual contexto de escasez hídrica y cambio climático.
Por su parte, Felipe Harboe (PPD) señaló que, si bien la Constitución «no es el espacio para la regulación específica, obliga al legislador a establecer adecuaciones normativas». Por esto, sostuvo que en la nueva carta fundamental debe quedar consagrado como principio constitucional que el agua es un derecho humano, la obligación del Estado de ser promotor de su uso eficiente y el derecho de los ciudadanos.
Respecto de los derechos de uso, Harboe indicó que es partidario de su despropietarización, ya que se debe entender que el otorgamiento de estos fue «condicional».
Una «visión complementaria» entre el uso del agua para la agricultura, como actividad esencial, y el consumo humano, fue lo planteado por Margarita Letelier (UDI). Asimismo, criticó la falta de acciones concretas ante la sequía y la necesidad de contar con obras de infraestructura en materia hídrica en Ñuble.
Finalmente, César Uribe (Fuerza Social de Ñuble, Lista del Pueblo) recalcó que el agua debe ser considera como un «bien esencial» en la nueva Constitución, anteponiendo su rol en el ecosistema, y buscando el equilibro ecológico.
Uribe señaló que debe desprivatizarse el agua para así priorizar su uso, partiendo por el consumo humano y por los pequeños agricultores que llevan años esperando «soluciones concretas». En el actual contexto, agregó, las obras de infraestructura deben ser «a menor escala y sustentables».
Tras las presentaciones, cada constituyente respondió a las preguntas de un panel integrado por el Dr. José Luis Arumí, académico de FIAUdeC; Angélica Cuevas, dirigenta de la Coordinadora Ñuble Sustentable y Libre de Contaminación; Paulo de la Fuente, académico de Ciencias Jurídicas y Sociales UdeC; y Francisco Saldías, juez de aguas de la Junta de Vigilancia del río Diguillín. Los panelistas profundizaron en aspectos como la protección del medio ambiente, el agua como bien nacional de uso público, la propiedad de los derechos de aprovechamiento, la disponibilidad y la gestión del agua.