Con 22 votos a favor y uno en contra, el Consejo Regional del Biobío aprobó, en sesión extraordinaria, el presupuesto de inversión por $94.112.493.000 para el año 2022, ello tras la propuesta enviada desde el nivel central, luego aprobada por el Congreso, y que, por primera vez, además de la votación, incluyó la participación de los consejeros y consejeras en el proceso de definición de las áreas de interés para el desarrollo de la región.
El Gobernador Regional del Biobío, Rodrigo Díaz, destacó el avance en materias de descentralización, como resultado de las gestiones realizadas, junto a los otros 15 gobernadores, ante el Poder Ejecutivo y en el Congreso, que permitieron revertir el recorte con el que asumieron sus cargos en julio pasado.
«El respaldo entregado por la ciudadanía a cada uno de los gobernadores regionales fue clave para poder tener éxito en las gestiones por más autonomía y mayores recursos. Al recibir la administración, teníamos un ofrecimiento de fondos por $84 mil millones, o bien, una disminución de un 10 o de un 20 por ciento. Sin embargo, gracias al trabajo desarrollado, logramos aumentar el presupuesto», comentó Díaz.
Tras la votación, Tania Concha (PC), hizo hincapié en el rol de la entidad. «Esto, normalmente, no ocurría, pero la ley lo exigía, y que bueno que lo estemos haciendo, porque tiene relación con el traspaso de competencias», dijo.
Su colega, Teresa Stark (DC), valoró las instancias de discusión y trabajo junto al equipo bajo la actual administración de Díaz. «Fue un presupuesto bastante estudiado, con muchas opiniones, y que creo que, dentro de los escasos recursos que vamos a tener, van a ser entregados de la mejor forma posible», detalló.
En ese sentido, el consejero Jaime Quijada (Ind.PRI), comentó que «en la elaboración hubo un equipo técnico que lo trabajó, tomándose el tiempo y todas las consideraciones».
Finalmente, cabe destacar que las nueve áreas de acción prioritaria que considerará el presupuesto 2022 son: Infraestructura y equipamiento para el desarrollo regional; Desarrollo patrimonial, cultural y de pueblos originarios; Fomento productivo para la reactivación económica y nuevos desafíos regionales; Planes especiales para las provincias de Arauco y Biobío, y zonas en condición de aislamiento (islas Mocha y Santa María); Desarrollo sostenible y adaptación al cambio climático; Bienestar y condiciones sociales para la equidad territorial; Agua potable rural, saneamiento sanitario para la calidad de vida y Fortalecimiento en investigación, desarrollo e innovación (I+D+I) y transferencia tecnológica.