A 77 kilómetros de Antuco se sitúa el Paso Fronterizo Pichachén, conexión directa entre Chile y Argentina a través de la Región del Biobío. Se trata de una zona donde funcionarios de Carabineros, Policía de Investigaciones, Aduana y SAG controlan diariamente a quienes ingresan y salen del país.

En este lugar se reciben cada temporada más de mil 200 vehículos, razón por lo que resulta necesario y urgente avanzar en el mejoramiento de las actuales condiciones de infraestructura.

Por esa razón, autoridades regionales llegaron hasta la alta cordillera de Antuco para participar de la entrega de terreno a la empresa que construirá la infraestructura, obras que deberían estar habilitadas el segundo semestre de 2026.

La delegada presidencial regional, Daniela Dresdner, profundizó en la importancia de estos trabajos para cumplir con el objetivo de reforzar las fronteras y fortalecer la conexión con Argentina.

Los detalles fueron explicados por el seremi de Obras Públicas, Hugo Cautivo, quien destacó que se trata de “un proyecto de 3.080 metros cuadrados ampliamente anhelado en la región, que consolida no solamente la posibilidad de un mayor intercambio transfronterizo desde el punto de vista de personas y de carga, sino que también una vocación que tiene la región en materia de su desarrollo pensando en el mundo exterior”.

En tanto, el director de Arquitectura del MOP, Juan Andrés Vega, planteó que las obras “cuentan con una inversión de $22.600 millones, financiamiento que corresponde al Ministerio del Interior y al Ministerio de Obras Públicas, y tiene un plazo de desarrollo de 700 días. Esto estaría siendo entregado, en primera instancia, el segundo semestre del año 2026”.

La integración con los distintos servicios fue destacada por los representantes institucionales que participaron de esta actividad. Roberto Ferrada, director regional del SAG (Servicio Agrícola Ganadero), profundizó en el beneficio que implicará para este Servicio y también para los turistas contar con la infraestructura necesaria en el Complejo Pichachén.

En la última temporada, agregó, “interceptamos más de 250 kilos de productos riesgosos para la agricultura”.

Katherine Ampuero, directora de Aduana Talcahuano, afirmó que las nuevas instalaciones nos permitirán seguir cumpliendo con las funciones de fiscalización y control encomendadas.

Asimismo, la prefecta Claudia Chamorro, jefa regional de la PDI, apuntó a la importancia de contar con infraestructura que permita dignificar la labor que realizan los servicios públicos que contamos con asiento en estos controles fronterizos a lo largo del país.

Finalmente, la autoridad policial sostuvo que se pronostica un aumento del doble en la cantidad de personal de la PDI que desempeña labores en Pichachén, señalando que el flujo migratorio es cercano a las 3 mil personas durante el trimestre en que este paso permanece abierto.