El presidente del Colegio de Profesoras y Profesores de la región Metropolitana (RM), Mario Aguilar, clarificó sus dichos respecto del retorno a clases, por lo que indicó esta vez que como gremio saben que la mayor parte de las y los docentes quieren retomar cuanto antes la normalidad del sistema escolar. Sin embargo, Aguilar sostuvo que, para que ello ocurra, deben estar aseguradas, y sin distinciones de ningún tipo, las condiciones sanitarias de cuidado tanto para las y los alumnos como para sus familias y para los trabajadores de la educación.
El dirigente comenzó su intervención recordando que en el segundo semestre del 2021 el 95% de los colegios habilitaron la presencialidad, por lo que los profesores acudieron a realizar sus labores al interior de las aulas. No obstante, agregó que en aquel periodo una buena porción de los apoderados no enviaron a sus hijas e hijos a los establecimientos, por lo que asume que las familias no tenían confianza en las medidas sanitarias establecidas por el gobierno.
En esa línea, Mario Aguilar agregó que en un eventual retorno «no puede haber colegios pudientes que cuentan con las mejores condiciones y un bajísimo nivel de contagio, y establecimientos donde ni siquiera hay mascarillas o alcohol gel, porque eso ocurrió el 2021». Por lo tanto, declaró que el Colegio de Profesoras y Profesores insistirá para que esto no se repita y que, ante todo, velará por la igualdad de condiciones de todos los educandos.
El dirigente metropolitano espera que el nuevo gobierno dispondrá de las condiciones mínimas para el retorno a clases, para que así se dé cumplimiento a los estándares internacionales. Dentro de la misma intervención, Aguilar llamó además a suspender la jornada escolar completa mientras dure la pandemia, para así distribuir entre las mañanas y las tardes las asistencias.
Cabe destacar que ayer el futuro ministro de Educación, Marco Ávila (RD), declaró que tanto Gabriel Boric como el equipo de gobierno buscarán que la presencialidad «sea la regla» durante 2022. Por lo mismo, diseñarán e implementarán un plan de recuperación de aprendizajes que deberá surgir del diálogo con los gremios, los equipos directivos de los colegios, las familias y, por supuesto, los docentes.