Como una forma de mejorar la calidad de vida de la población y la comunidad a nivel local, un grupo de científicos investigadores de la Universidad de Concepción creó una inédita plataforma de análisis toxicológico para aguas de la Región del Biobío. Se trata del proyecto Atoxbio, el que consiste en la evaluación y detección de contaminantes emergentes a través de esta plataforma para posteriormente trabajar en su remoción.
“Este proyecto nace de la necesidad de evaluar estos contaminantes, ya que en la Región del Biobío no existen estas capacidades y la Universidad de Concepción tiene muchos laboratorios que los evalúan de forma separada; la idea es unificarlos a través de una sola plataforma y prestar servicios tanto al Gobierno Regional como a la Seremi de Salud y de Medio Ambiente”, explicó el Dr. Sebastián Boltaña, director del proyecto Atoxbio.
“Una vez que finalice este proyecto, la región se verá fortalecida en el desafío que implica la detección de contaminantes emergentes para posteriormente trabajar en removerlos del ambiente líquido en el que se encuentran”, agregó el Dr. David Contreras, coordinador del proyecto.
Tipos de aguas
El trabajo de Atoxbio se concentra en el estudio de aguas de residuos industriales (RILes), aguas de residuos domiciliarios, aguas en plantas de tratamiento, aguas de regadío, entre otras. El enfoque es la detección de contaminantes que producen disrupción del sistema endocrino, pues en general los esfuerzos de detección y posterior descontaminación de químicos presentes en el agua se realiza solo de sustancias con evidente toxicidad, en cambio estos compuestos actúan en bajísimas concentraciones y a largo plazo, una especie de “envenenamiento pasivo”.
Estos contaminantes tienen una capacidad irruptora endocrina que puede ser perjudicial para la vida animal y humana; se encuentran principalmente en pesticidas que se usan en la agricultura y, a través de diversos procesos naturales, pueden eventualmente llegar a los ríos y posteriormente a plantas de potabilización de agua para la población.
Según lo planteado por los científicos de la UdeC, el gran problema es que estas actualmente hay plantas que no tienen la capacidad de detectar estos contaminantes que están en bajas concentraciones, lo cual requiere de material especializado para su detección.
“A futuro, la idea es poder contar en nuestra plataforma con una certificación ISO, lo que respaldaría que estamos trabajando con una calidad de buenos estándares, sumado al respaldo que nos da tener a la Universidad de Concepción como ente de base”, destaca Boltaña.
Plazos
El proyecto, que nació a finales del 2018, es una iniciativa financiada por el Gobierno Regional del Bío Bío a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R) y cuenta con la participación de un grupo interdisciplinario de investigadores de las Facultades de Ciencias Ambientales, Ciencias Químicas, Ciencias Naturales y Oceanográficas y del Centro de Biotecnología de la UdeC.
Atoxbio tuvo un monto aprobado de $257.894.734 por parte del Gobierno Regional, con un plazo de ejecución de 24 meses. En la actualidad está en una etapa de proceso de estandarización y validación de las metodologías a nivel de laboratorio, para luego escalar a muestras reales