Socavones y movimientos en masa tras el sistema frontal mantienen zonas de riesgo y caminos afectados en el Biobío, como es el caso de la Ruta de la Madera, que hasta hoy presenta restricciones de tránsito producto de la fragilidad de los terrenos.

En este sentido, para reducir la ocurrencia asociada a este tipo de emergencias, nace el proyecto de análisis de movimientos de laderas en las comunas del Gran Concepción, que lleva a cabo el Ministerio de Obras Públicas en colaboración con la Universidad Andrés Bello.

La iniciativa responde a las significativas deficiencias detectadas por los organismos de emergencia en la cartografía disponible para la gestión de riesgos por movimientos de ladera en la provincia.

En contraste, el enfoque actual combina instrumentos y fuentes de información avanzada para la elaboración de unos 180 mapas, incluyendo documentos de archivo, imágenes satelitales de alta definición, softwares especializados y datos de interés geoespacial, entre otros.

Así lo destacó la delegada presidencial regional, Daniela Dresdner, quien expresó que “se está haciendo un análisis profundo de la situación de la provincia de Concepción, pero es algo que podemos ampliar al resto de la región”.

En tanto, el seremi del MOP, Hugo Cautivo, manifestó la importancia de tener más y mejor conocimiento con respecto a lo que son las implicancias en torno a zonas con afectación.

“Esto nos llevó el año pasado a conversar con la academia de la región, de tal forma de poder contar con información que nos precisara de mejor forma las distintas situaciones que nos podían exponer, sobre todo en materia de infraestructura crítica, que está bajo la atención del Ministerio de Obras Públicas y, por lo cual necesitábamos tener un diagnóstico mucho más preciso”, dijo Cautivo.

En este sentido, la máxima autoridad del MOP en la región argumentó que “por las características geológicas de los taludes presentes en Ruta de la Madera, este tipo de situaciones deben ser analizadas, estudiadas y reflexionadas”.

Por su parte, el geólogo y académico UNAB, Cristian Vera, fundamentó este trabajo en que “esta integración permite desarrollar una cartografía robusta y precisa que mejora significativamente la capacidad de previsión, respuesta y planificación territorial frente a los riesgos naturales en la región. Todo el material generado será parte, además, de una plataforma digital con información disponible para la toma de decisiones”.

El proyecto, que cuenta también con apoyo de financiamiento de Vinculación con el Medio UNAB, no sólo busca proteger a las comunidades vulnerables, sino también contribuir a la formación académica de los estudiantes de la casa de estudios involucrados en la investigación.

La entrega del reporte de este trabajo está proyectada para marzo de 2025.