La iniciativa Conservación Especies Amenazadas, ejecutada por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), implementada por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y financiada por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), viene trabajando en los territorios en favor de la sobrevivencia de cuatro especies. Una de ellas es el Huemul de Chile Central.
Para el Seremi del Medio Ambiente de la Región del Biobío, Mario Delannays, la reciente aprobación del Plan Recoge implica una política pública que sienta las bases de la conservación y “refuerza el trabajo que estamos realizando desde hace algún tiempo en Antuco. Nos interesa conocer más sobre esta especie, de la cual no tenemos registros visuales de su presencia de a lo menos 9 años, sin perjuicio de que se han observado algunos rastros en su paso por algunos sectores”.
Además, añadió que “esperamos poder retirar las cámaras y analizar todo el material. Con estos antecedentes se puede diseñar con sustento tangible las estrategias para conservar la especie en nuestra región”.
La coordinadora del GEF Conservación de Especies Amenazadas, Biobío, Fabiola Lara, destacó el trabajo colaborativo realizado junto a Conaf. “Gracias a la instalación de nuevas cámaras trampa y otras acciones conjuntas, hemos podido avanzar hacia la mejora de un sistema de monitoreo que entregue información técnica que permita conocer la realidad actual del huemul”, sostuvo.
El profesional de la Iniciativa Conservación de Especies Amenazadas, Carlos Garcés, comentó que las 19 cámaras trampa fueron instaladas en tres sectores de la Laguna del Laja en un esfuerzo colaborativo con personal de Conaf Biobío. Estas cámaras trampa arrojarán resultados al término de este invierno.
“En octubre podremos volver al sitio y levantar la valiosa información captada por las cámaras. Sabemos que en otoño e invierno los huemules se vuelven más gregarios, es decir, se agrupan y de existir parejas en la zona su apareamiento pudo haberse producido en marzo o abril, por lo que podrían haber hembras preñadas, que junto a su grupo, se desplazan a zonas bajas de la cordillera en búsqueda de sitios refugios con alimento como brotes de herbáceas y arbustos, a la espera del nacimiento de sus cervatillos”, detalló, a la espera de que alguna de las cámaras capte alguno de estos movimientos.