Chile fijó la meta de alcanzar la carbono neutralidad al año 2050. Entre las múltiples medidas con las que se busca alcanzar este objetivo, se estableció que al 2035, el 100% de las ventas de vehículos livianos, medianos, de transporte público y maquinaria de gran tamaño sean de cero emisiones.
Este fue el empujón definitivo para el desarrollo de la electromovilidad en el país, un cambio que ya reflejan las cifras oficiales. Por ejemplo, Santiago es la ciudad fuera de China con la mayor cantidad de buses eléctricos en el transporte público, con más de 2.400 unidades.
Asimismo, desde la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC) reportaron que durante 2023, la venta de vehículos electrificados registró un aumento del 35%, con 9.336 unidades comercializadas, lo que califican como “la mejor venta anual en la historia”.
El rápido crecimiento obligó a la academia, las instituciones públicas y el sector privado a coordinar iniciativas que permitan construir un ecosistema de respaldo, con cinco ejes centrales: Infraestructura de carga, Educación y capacitación, Seguridad vial, Regulación y Transporte público y descentralización.
Mauricio Riveros, jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía, relevó al Biobío como una de las zonas del país que está “en la punta del impulso a la electromovilidad, tanto en el sector público como en el sector privado”.
Como inversión pública, destacó el programa de reemplazo de taxis colectivos financiado por el Gobierno Regional y que permitirá, al término de su ejecución, que la región “tenga más taxis y colectivos eléctricos que cualquier otra zona del país”, incluso Santiago.
En esta línea, Riveros aseguró que en la Región del Biobío, dada su tradición industrial, “hay un polo de crecimiento económico posible en torno al desarrollo de la infraestructura de carga y de todo el ecosistema: modelos de negocios, proveedores de tecnología, servicios de carga para los vehículos eléctricos”.
El representante ministerial explicó en detalle las ventajas de los vehículos eléctricos, de una a seis veces más eficientes que aquellos a combustión. Este punto, insistió, es el que consolida la oportunidad para el transporte público y las empresas con flota vehicular de alta utilización.
Transporte público
Óscar Ferrel, jefe de la División de Infraestructura y Transporte del Gobierno Regional profundizó en la “batería de proyectos” con la que se busca consolidar al Biobío como el polo más desarrollado de la electromovilidad fuera de Santiago.
Junto con asegurar que los colectiveros son una alternativa para dar el empujón inicial entendiendo que “andan muchos kilómetros al día y transportan muchas personas en el día”, Ferrel indicó que “este proceso lo inician las personas que van a la automotora y se compran un auto, entonces tenemos que ver cómo los ayudamos (…) Hasta $19 millones de subsidio, en algunos casos, será un incentivo real para que las personas se compren un auto”.
En tanto, Luis Quiroz, presidente de la Alianza Gremial del Transporte de la Región del Bíobío, expuso los esfuerzos que como sector han realizado para sumarse a esta conversación, tendiendo en cuenta que “la descarbonización del transporte es una misión que tenemos que cumplir con mucha rapidez, insertando a todos los actores al sistema”.
Ruta Las Playas será la primera línea de taxibuses del Gran Concepción que incorporará cerca de diecisiete buses eléctricos gracias al plan “Renueva Tu Micro”. La expectativa, indicó el dirigente, es que comiencen a operar durante 2024.
Respecto de las complejidades asociadas a la implementación, Quiroz afirmó que en lo estructural no se requieren grandes cambios para permitir el desplazamiento de estos buses.
Formación de capital humano y otros desafíos
La seremi de Energía, Daniela Espinoza, sostuvo que las alianzas público-privadas permiten “desmitificar y reducir brechas” para el acceso a la electromovilidad.
El avance, aseguró, “no lo podemos hacer solos desde el Ministerio” y relevó la existencia de la Estrategia Nacional y de la hoja de ruta. Un “cómo” que, para la autoridad, “requiere de capital humano, de inversión focalizada con pertinencia regional, de que el sector privado capte las posibilidades y las personas lo vean como una oportunidad”.
Desde la academia, el Dr. Luis García Santander, docente del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Ingeniería UdeC, valoró la posibilidad de avanzar pese al centralismo del país, señalando que “somos la región que tiene la mejor infraestructura, aunque estamos muy lejos de Santiago”.
Así, relevó contar “con un importante número de profesionales que van a estar preparados para atender las problemáticas de la electromovilidad”.
Esta formación, sostuvo el Dr. García, no se reduce a capacitar a los actores de la industria o a profesionales del área, también debe dar respuesta a inquietudes prácticas, como por ejemplo, de qué manera actuar en caso de emergencias relacionadas con vehículos eléctricos.
Una de las iniciativas clave en este proceso es el proyecto FIC “Electromovilidad – Tecnología para el Desarrollo Regional”, ejecutado por la Universidad Técnica Federico Santa María, iniciativa que busca formar capital humano avanzado y acompañar el desarrollo de una política regional que fomente el uso de transporte eléctrico y sustentable.
Víctor Valdebenito, director de Vinculación con el Medio de la USM sede Concepción y responsable de este programa, recalcó que la electromovilidad “no es una amenaza para el que está en el mercado de los motores a combustión, es una oportunidad de negocios”.
Finalmente, Mauricio Garrido insistió en que se trata de “una realidad de la que Chile no puede escapar. Todos los vehículos que se usan en Chile vienen de otros países y los países producen esos vehículos impulsan con fuerza el desarrollo de los vehículos eléctricos. La electromovilidad va a ser la norma en la mayoría del transporte vehicular”.