Establecidos dentro de la Ley Marco de Cambio Climático, los Planes de Acción Regional del Cambio Climático son los instrumentos que deberán detallar la forma de enfrentar sus impactos en cada región. Entre otras condiciones, estos planes deben consignar medidas de mitigación y adaptación, con indicación de plazos de implementación, asignación de responsabilidades, indicadores de monitoreo, reporte y verificación de cumplimiento.
El proceso de construcción en la Región del Biobío es liderado por el Centro de Ciencias Ambientales Eula-Chile de la Universidad de Concepción. Su director, el Dr. Ricardo Barra explicó los principales ejes de trabajo e indicó que se trata de una tarea «participativa, recogiendo el principio de no dejar a nadie atrás».
En un año marcado por el impacto de incendios forestales, crecidas de ríos e inundaciones en Biobío, el Dr. Barra relevó la urgencia de «adaptarnos al nuevo escenario y mitigar los costos de los eventos climáticos extremos que estamos observando».
Precisamente, el académico insistió en el concepto de «urgencia», señalando que «estamos atrasados para enfrentar el gran desafío que significa el cambio climático, por eso una discusión regional, un diálogo regional, es necesario, con todos los actores que son relevantes».
A pesar del complejo escenario, sostuvo el investigador, «empiezan a aparecer nuevas oportunidades y tenemos que discutirlas y analizarlas (…) Dónde vamos a poner los pocos recursos que tenemos para adaptarnos de mejor forma y que los impactos negativos que tenga el cambio climático sean minimizados».
Atendiendo al sentido de urgencia, en las próximas semanas comenzarán los talleres participativos a lo largo de la región, con la meta de entregar «el esqueleto del plan» a inicios del segundo semestre de 2024.
Las personas y organizaciones interesadas en participar de este proceso deben escribir al correo electrónico [email protected] para sumarse a alguno de los espacios de diálogo. La invitación, recalcó el Dr. Barra, está abierta «a todos los actores que tengan interés, voluntad, preocupación por lo que está ocurriendo en nuestro escenario climático (…) Cómo nos vamos preparando como región, de mejor manera, para enfrentar estos desafíos que sabemos que van a intensificarse en el futuro».
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