De acuerdo a la Encuesta Nacional de Monitoreo Escolar en Pandemia, el 78% de los establecimientos en fase 1 se declara preparado para abrir cuando las condiciones sanitarias lo permitan. Mientras que, de los establecimientos con clases presenciales, la mitad reporta recibir a sus estudiantes todos los días, aunque en su mayoría en jornada reducida.
Para el Ministerio de Educación, la suspensión de clases presenciales durante el año 2020 debido a la pandemia provocó un grave impacto en los aprendizajes de los estudiantes y generó efectos negativos en su desarrollo socioemocional, junto con provocar un aumento de la deserción escolar.
Debido a esto, el Ministro de Educación, Raúl Figueroa, presentó en marzo el Plan Nacional “Chile Recupera y Aprende”, el cual cuenta con tres ejes: recuperación y nivelación de aprendizajes, bienestar socioemocional, y retención y reinserción escolar de todos aquellos alumnos y alumnas que, como consecuencia de la crisis sanitaria, han abandonado el sistema escolar o corren serios riesgos de abandonar las escuelas.
Entre otros aspectos, el Plan del Mineduc consideró también un Diagnóstico Integral de Aprendizajes, que tuvieron que responder todos los establecimientos. Sobre la base de ese diagnóstico se entregarán retroalimentaciones directas a cada establecimiento, y se construye un plan que apunta a que en los primeros años, de 1° a 4° básico, la lectura sea un elemento central y la nivelación en Matemática tenga un espacio relevante.
Ahora bien, la situación de la pandemia en Chile, lejos de mejorar, a junio de 2021 presenta cifras que siguen siendo alarmantes a nivel nacional, lo que ha generado tantas o más críticas que el año pasado al reiterado llamado del Ministro de Educación a retomar las clases presenciales.
Biobío
De acuerdo al Seremi de Educación, Felipe Vogel, en el Biobío hay 399 establecimientos educacionales con clases presenciales y recordó que el primer requisito para el retorno a las aulas es que las comunas estén fuera de Fase 1, o cuarentena total.
Asimismo, reiteró que todos los establecimientos cuentan con el protocolo elaborado por el Mineduc junto a las comunidades educativas y visado por el Ministerio de Salud.
En particular, desde el Servicio Local Andalién Sur precisaron que tienen cerca de 60 establecimientos abiertos, con un promedio de 1000 estudiantes asistiendo regularmente a clases.
En ese sentido, Gonzalo Araneda Ruiz, Director Ejecutivo del Servicio Local de Educación Pública Andalién Sur, agradeció que toda la comunidad haya hecho posible este retorno presencial, enfatizando que muchos aprendizajes sólo se logran con la presencialidad.
Las brechas de siempre
El presidente del Colegio de Profesores en Biobío, Jorge Barriga, ha sido enfático en señalar que la postura de todos los actores de la educación a nivel nacional es no volver a las salas mientras esté en riesgo la vida de docentes, personal de los colegios, estudiantes y apoderados.
En ese sentido, Barriga precisó que las clases presenciales sólo deberían retomarse en comunas que ya estén en Fase 4, pues «las aulas no son como esos pilotos» que muestran en televisión.
El dirigente criticó que tras todo lo ocurrido en 2020, el Ministerio aún no aprendió cómo es el trabajo en pandemia. Incluso, señaló que desde el Mineduc no ha habido un aumento de recursos presupuestarios, sólo una redistribución de los mismos, mientras que las y los docentes han tenido que comprar implementos tecnológicos como computadores y planes de internet.
Barriga sostuvo que tanto las profesoras como los profesores de la región están de acuerdo en que las clases virtuales no reemplazan la presencialidad, ni en cuanto a la entrega de contenidos ni en cuanto a la recepción de éstos por parte de las y los estudiantes, aunque desconfían del retorno.
Por otro lado, el Decano de la Facultad de Educación UdeC, Óscar Nail, que ha participado en la Comisión encargada de revisar este tema, junto a autoridades del Mineduc, Minsal y otros organismos vinculados, señala que el plan de retorno se ha complicado porque hay realidades de base distintas entre los colegios del sistema público, mixto y privado, lo que se ha radicalizado más aún en el contexto pandémico.
«Cuando los actores opinan, lo hacen desde su realidad. No veo que los colegios públicos se opongan al retorno a clases, sino que son críticos dadas las condiciones de la educación pública» explicó el decano de Educación UdeC.
Desde Enseña Chile agregan que otro factor diferenciador en cuanto al retorno a clases presenciales tiene relación con la estabilidad, o no, de la comuna en cuanto a su tasa de contagios o fases.
«No es lo mismo volver a clases en un colegio de Cañete que en uno del Gran Concepción, además es importante que el proceso sea participativo, considerando la voz de toda la comunidad educativa» detalló María Consuelo Barríos, directora regional de Enseña Chile.
Finalmente, Barríos coincide en que nada reemplaza el aprendizaje presencial y el proceso de niños, niñas y adolescentes compartiendo en el aula con sus docentes.