El estudio titulado “Una Constitución para la igualdad de género en Chile” (2021), elaborado por el equipo de ComunidadMujer, establece que en nuestro país las mujeres han estado excluidas históricamente de los procesos cívicos y políticos, lo que ha contribuido a preservar condiciones de desigualdad y frenar el avance de sus derechos, siendo la propia Constitución una de las principales barreras.
En este sentido, la conformación de una Convención Constitucional Paritaria —compuesta por 155 integrantes electos por votación popular en mayo de 2021— significa un gran avance, debido a que tiene el potencial de representar las demandas e intereses de las mujeres, al momento de trabajar en la elaboración de la norma con mayor jerarquía en el país.
Debido a la relevancia que ha adquirido este tema, la Dra. Alejandra Brito Peña, académica de los Departamentos de Sociología e Historia UdeC, participó en el último capítulo de Foro Constituyente y abordó de qué manera se puede incorporar el enfoque de género y feminista al órgano constituyente.
A modo de contexto, Brito expuso que “lo interesante de este proceso es que desde su génesis hubo una intensa participación de una serie de grupos, colectivos y organizaciones feministas que han estado articuladas de manera sistemática, sobre todo desde el año 2018 y ese gran fenómeno del mayo feminista”, agregando que “uno de los aspectos más novedosos es que se incorpora explícitamente una perspectiva feminista”.
Sobre las características que debe cumplir el enfoque de género para dar respuesta a las demandas que actualmente tienen las mujeres, la historiadora planteó que varios temas han tomado relevancia de forma transversal en las distintas Comisiones Transitorias de la Convención. De esta manera, las discusiones han apuntado a aspectos como la eliminación de toda forma de violencia, la no discriminación, educación no sexista que reconozca la diversidad, y espacios efectivos de participación de las mujeres, entre otros elementos.
Al ser consultada en qué parámetros se encuentra Chile en comparación a otros países que sí han establecido legislaciones robustas en la materia, indicó que “hemos avanzado, eso es indudable, a lo que teníamos hace 30 años. Se ha avanzado en instancias de participación y la ley de violencia —con todas las limitaciones que tiene— ha visibilizado este tema, pero aún estamos con muchos pendientes”. En ese sentido, explicó que hay tres aristas postergadas que resultan más latentes: la escasa representación política de las mujeres, las brechas salariales, y la eliminación de la violencia de género y doméstica.
A los principios de igualdad sustantiva, no discriminación, y corresponsabilidad social de los cuidados, también se deberían sumar otras transformaciones. Es allí donde la integrante del Observatorio Constituyente UdeC propuso que la sociedad en su conjunto debe contribuir a avanzar en la igualdad de género, en paralelo a los acuerdos que pueden alcanzarse desde la Convención. De esta manera, dijo que uno de los focos debe estar en la educación y en la forma en que el Estado garantiza una formación que permita relaciones más sanas.
Cabe destacar que organizaciones como ComunidadMujer plantean que al transversalizar la perspectiva de género en la Carta Magna no solamente se respetan los compromisos nacionales e internacionales adquiridos por Chile, sino que también se habilitan nuevas acciones para lograr la igualdad de género efectiva y en todo ámbito, contribuyendo a respetar la diversidad.
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