En un contexto educativo cada vez más diverso, uno de los principales desafíos radica en crear oportunidades que promuevan un desarrollo integral, respetando la individualidad y el bienestar emocional de cada estudiante. En ese sentido, la inclusión en el ámbito escolar es clave para garantizar acceso, participación y aprendizaje a todos los estudiantes.
Por lo mismo, la última edición del Boletín Regional del Núcleo de Humanidades y Ciencias Sociales Faro UDD está dedicada a esta temática, con el título: “Inclusión educativa en la región del Biobío”.
En detalle, el informe muestra que el 69,96% de los establecimientos públicos del país cuenta con el Programa de Integración Escolar (PIE), diseñado para apoyar a estudiantes con Necesidades Educativas Especiales (NEE), mientras que el 30,04% aún no lo implementa, según datos de MINEDUC 2023.
En la Región del Biobío, el 16,3% de los estudiantes matriculados presenta alguna NEE, superando el promedio nacional de 13%, lo que posiciona a la región como la segunda con mayor proporción de estudiantes con PIE, concentrando el 13% del total nacional, solo detrás de la Región Metropolitana (27%), lo que podría estar marcado tanto por la mayor cantidad de población como el acceso a diagnósticos oportunos.
Para María José Domínguez, directora de la Red de Inclusión de la Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo, y autora del documento, la situación se complica por el límite de estudiantes con NEE por curso y los desafíos derivados del Sistema de Admisión Escolar, SAE, que impide a los colegios conocer estas condiciones durante el proceso de postulación, dificultando la planificación y distribución de apoyos especializados.
Cabe señalar que el 2 de marzo de 2023, el Presidente Gabriel Boric, promulgó la llamada Ley TEA, que establece la promoción de la inclusión, la atención integral y la protección de los derechos de las personas con trastorno del espectro autista en el ámbito social, de salud y educación.
En ese sentido, los diagnósticos de Trastorno del Espectro Autista (TEA) en el sistema escolar chileno se han duplicado en los últimos años, pasando de 12.138 estudiantes en 2020 a 24.163 en 2022, según datos del Centro de Estudios del MINEDUC. En la Región del Biobío, el incremento sigue la misma tendencia, aumentando de 1.586 a 3.314 estudiantes en el mismo período.
Domínguez manifiesta que estos datos reflejan un desafío creciente para la educación inclusiva, a nivel nacional, especialmente en los diagnósticos permanentes como el TEA, que requieren de mayores recursos y adaptaciones especializadas en los establecimientos escolares.
La especialista agrega que en Biobío se presenta una dificultad adicional, derivada de la “dispersión geográfica”, considerando los establecimientos rurales y alejados de los centros urbanos de la región.
En línea con los desafíos, la directora de la Red de Inclusión de la Facultad de Educación UDD agregó que la subvención estatal está limitada a 5 estudiantes con NEE transitorias y 2 con NEE permanentes por aula. Sin embargo, es posible que haya niños o niñas que tengan necesidades especiales pero que no cuentan con un diagnóstico, por lo tanto tampoco se activa la subvención, lo que finalmente impacta en el aprendizaje de la sala completa.
En cuanto a las recomendaciones, Domínguez enfatizó en la importancia de contar con una formación integral para las y los docentes, que incluya herramientas específicas para, por ejemplo, asistir a estudiantes que, eventualmente, se descompensen dentro del aula.
Finalmente, la académica enfatizó en la importancia de integrar el trabajo a nivel ministerial de las carteras de Educación y Salud, buscando puntos de encuentro entre las estrategias implementadas por docentes y profesionales especializados en temáticas de salud mental, como psicólogos, fonoaudiólogos y terapeutas ocupacionales, entre otros.
Revisa aquí el informe completo.