A pocas semanas del Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer, el 25 de noviembre, el Núcleo de Humanidades y Ciencias Sociales Faro UDD publicó una nueva edición de su Boletín Regional, titulado en esta ocasión: “Violencia y pobreza en Biobío: la deuda de la sociedad hacia la mujer”.
Viviana Véjar, economista, profesora investigadora de Faro UDD Concepción y una de las autoras del documento, explica que “la mujer pertenece a uno de los grupos más vulnerables de la sociedad” y agrega que si bien tanto los hombres como las mujeres enfrentan las dificultades propias de una crisis económica, son ellas “las primeras candidatas para cuidar personas enfermas o hijos”.
En materias de empleo, la participación laboral en el Biobío sigue siendo mayor para los hombres que para las mujeres, sin embargo, en los últimos 5 años, la tasa masculina ha disminuido en un 3,3%, mientras que la femenina ha aumentado un 3,2%, reduciendo la brecha de género en un 15%.
De todas maneras, en 2017 esta brecha era de -26,4 puntos porcentuales y, aunque fluctuó en los años siguientes, se mantuvo en -22,7 puntos para 2022.
La economista agrega que si bien la inserción de las mujeres al mercado laboral, en general, ha hecho descender los salarios reales, debido a la mayor competencia que se genera, lo que podría matizarse con medidas orientadas a fortalecer iniciativas informales que generen ingresos.
Finalmente, Vejar planteó que “una forma de valorar el trabajo no remunerado en el hogar sería incluirlo en una medición alternativa al PIB, destacando su contribución a la economía nacional”.
Cabe señalar que la composición del principal perceptor de ingresos autónomos de la región del Biobío sigue estando a cargo del hombre. En 5 años, la tasa ha aumentado en un 1,6% la cantidad de hogares que perciben su principal ingreso del hombre y ha disminuido un 2,6% los hogares cuyo principal ingreso proviene de la mujer.
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